Los trabajos de humanización de la calle Pardo Bajo para adecuar el vial a su uso peatonal y de hostelería se han topado desde su comienzo con una serie de problemas que hacen peligrar que, tal y como estaba previsto inicialmente, pueda estar lista para llenarse de terrazas a finales de julio.

Los plazos y el inicio de la obra se habían pactado con el sector, ya que, debido a la duración de la misma, hacía que tuviese que perder alguna de las campañas más fuertes para la hostelería. Los establecimientos afectados acordaron que fuese Semana Santa la temporada en la que no dispusiesen de terrazas, con el fin de que sí se pudiese contar con la calle remodelada para finales de julio.

La huelga de transportes que afectó al material de obra y la aparición del alcatruz que fue preciso limpiar y estudiar para su aprovechamiento han hecho que el Concello tenga sobre la mesa la prórroga del plazo de ejecución.

Así lo confirmaba ayer el edil Julián Reina, que indicó que la empresa ya había solicitado esta ampliación, aunque se trabaja en poder apurar los plazos al máximo. Actualmente se está en la fase de instalación de los servicios y a continuación comenzará la repavimentación. Los técnicos están analizando el cumplimiento de plazos y buscando alternativas en el caso de que no puedan llegar a cumplirse.

El responsable de Urbanismo manifestó su deseo de que “repercuta o menos posible na hostelería”, pero reconoció que mientras no se finalice con la colocación de los servicios “hai unha sensación de retraso importante que coa pavimentación cambiará”.

En todo caso, Reina aseguró que se intentará estudiar la posible compatibilidad de obras y negocios y se tratará esto con el sector, para ver, de todos modos, si interesa o es mejor esperar a la conclusión total de la actuación prevista.