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miércoles | 17 julio | 2024
En apenas tres semanas, concretamente el próximo lunes 15 de julio, dará comienzo en la parroquia de Esmelle la segunda campaña de excavación de Tralocastro, una iniciativa de la Cátedra de Arqueoloxía e Educación Patrimonial de la Universidade da Coruña (UDC) que el verano pasado logró importantes avances. Así, tras varios meses de incertidumbre sobre quién se encargaría de las labores de limpieza del área y cómo se ejecutarían, el Concello de Ferrol anunció ayer la adjudicación de los trabajos.
Ya en su momento, el gobierno local ferrolano emitió un informe de insuficiencia de medios, detallando que la superficie arbórea en la que se va a actuar se encuentran numerosos ejemplares de eucalipto –la principal especie que crece en este punto– de “gran porte” y que, debido a lo delicado de la intervención, los medios municipales no eran los adecuados para desarrollar estos trabajos. De este modo, desde el Consistorio, tras recibir la pertinente memoria del proyecto encargada a una firma de ingeniería, procedió a la licitación y ahora adjudicación de las obras mediante un contrato menor.
Tal y como detalló la Concellería de Patrimonio a través de un comunicado, las labores, encargadas a la empresa Murat Construcción y Mantenimiento, tendrán un coste de 15.188,94 euros, impuestos incluidos, y contemplan trabajos de tala y limpieza en una superficie total de 18.747 metros cuadrados en terrenos de titularidad municipal. En este sentido el departamento que dirige Maica García señaló que el paraje en el que se localiza el castro “é unha zona dotada de protección e require de labores forestais con suxeición a uns requisitos específicos”, por lo que su ejecución por terceros es la vía más recomendable. De hecho, entre otros procedimientos, la presencia de un arqueólogo durante las talas es obligatoria.
Según detalló el Concello, los trabajos consistirán en una tala en toda la zona a matarrasa –una técnica de aprovechamiento forestal que, en oposición a la modalidad “a hecho”, busca despejar toda un área y que generalmente se emplea en monte bajo–, cortando todos los árboles, principalmente eucaliptos, así como los arbustos. La empresa adjudicataria también deberá hacerse cargo de la recogida y gestión de los restos de esta intervención.
De este modo, desde el gobierno local de Ferrol se señaló que el departamento que dirige García sigue a la espera del pertinente informe de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta para poder iniciar los trabajos de limpieza.
Si bien el Consistorio ferrolano se encuentra a la espera del visto bueno autonómico para comenzar con las labores de limpieza, estas deberán estar concluidas el próximo día 15, fecha de inicio de la mencionada campaña, que se extenderá hasta el 2 de agosto. Esta nueva actuación será especialmente importante, dado que servirá para consolidar y expandir los resultados de los realizados el año pasado.
En este sentido, los responsables de la excavación detallaron que la del presente 2024 permitirá ampliar el programa, dado que dará pie a elaborar un plano topográfico del yacimiento, algo fundamental tanto para la identificación de aquellos restos que son visibles, como para la planificación de futuras intervenciones. Y es que, si bien ya se había realizado una limpieza de la zona en 2017, el crecimiento de la superficie vegetal en estos últimos siete años ha hecho indispensable una nueva tala para poder desarrollar la campaña con eficiencia.
Así, la intervención de la Cátedra este verano tendrá lugar, al igual que en el ejercicio anterior, en una superficie de 40 metros cuadrados anexa a la zona en la que se trabajó en 2023. El objetivo de esta segunda actuación, como explicó el mes pasado el profesor Juan Luis Montero Fenollós, uno de los dos directores técnicos de la excavación, es “poder comprender el conjunto [del castro] de forma completa, entender las dimensiones y establecer la posible función que pudieron tener” las construcciones. A este respecto, Fenollós apuntó a que la primera campaña aportó resultados “magníficos”, pero carentes, hasta cierto punto, de un contexto que la presente quiere desentrañar.
Respecto al destino de los artefactos hallados durante la primera campaña –y que presumiblemente compartirán los que se localicen en la segunda–, estos serán custodiados en el museo de San Antón de A Coruña.
Tal y como se detalló en su momento, la legislación autonómica determina que los restos arqueológicos deben guardarse en el espacio provincial de referencia. Así, a pesar de que desde la Dirección Xeral de Patrimonio se valoraron las dependencias del centro Torrente Ballester, éste no cumplía por el momento los requisitos necesarios para hacerse cargo de estos hallazgos.
