Ya se ha cumplido un mes desde que el Concello puso en marcha su plan de control del ocio nocturno, con el fin de evitar, por una parte, el consumo de bebidas alcohólicas en las calles y, como consecuencia, las molestias al vecindario; y, por otra, controlar que no se sirvan bebidas con graduación a los menores así y que los establecimientos cumplan con sus horarios de cierre.
El resultado está siendo satisfactorio y cada fin de semana se da cuenta de los resultados, en los que apenas se registran incidencias.
Este pasado sábado (18 de febrero) la concejalía de Seguridade, que dirige Pamen Pieltain, puso de nuevo en marcha un dispositivo para garantizar la seguridad en las calles y el descanso vecinal.
El operativo comenzó en torno a las 23.15 horas en la calle Pardo Bajo con la presencia de un coche patrulla no uniformado y otro vehículo controlando la zona de forma continuada tanto en vigilancia estática como en coche, con la colaboración puntual de otra patrulla. Dos más de la Policía Nacional se unieron al dispositivo.
Como resultado, no se detectó consumo alguno en las calles, salvo en aquellos locales de hostelería que disponen de terrazas.
El dispositivo se trasladó posteriormente a la calle Magdalena, en torno a la 1.30 horas, donde no se detectó mucha afluencia de público juvenil, tras las vacaciones de Entroido. A las 4.30 horas concluyó la actividad y no se detectaron incidencias.
Con estas intervenciones se cumple un mes de controles, que se iniciaron el pasado 12 de enero y que se prolongarán hasta el próximo 30 de marzo, coincidiendo con la Semana Santa.
Donde sí se detectaron positivos en alcoholemia fue en los controles de tráfico llevados a cabo por la Policía Local el viernes 16 desde por la noche (comenzó a las 22.00 horas hasta las 7.00 horas del sábado). Hubo dos vigilancias. En la primera, en la carretera Alta del puerto, se realizaron 175 pruebas que concluyeron con la tramitación de nueve denuncias administrativas por positivos en consumo de alcohol, una por dar positivo en drogas, otra por ITV caducada y una última por no proceder a la detención cuando se le dio el alto al vehículo por parte de la Policía.
Hubo además dos delitos contra la seguridad vial, tambien por consumo de alcohol, por lo que se procedió a la retirada de los coches al depósito municipal.
La otra zona de control fue la rotonda de Uxío Novoneyra, donde se llevaron a cabo 130 pruebas, con el resultado de cuatro denuncias administrativas por positivo de alcoholemia, otras tres por positivo en drogas y dos por ITVs caducadas