El nuevo parque infantil de Fontelonga, en Caranza, que está pendiente de su entrega al Concello para su apertura oficial, ha vuelto a sufrir actos vandálicos. La empresa ya había denunciado a principios de julio los desperfectos que se habían ocasionado en la obra, que estaba pendiente de la llegada y colocación de las canastas para ser entregada. Entonces se dañaron respaldos de bancos, el suelo, en el que quedaron marcadas huellas, y también las cadenas de algunos juegos.
Este lunes se procedió a la colocación de los elementos que faltaban y a la reparación, con la intención de poder pasar la inspección municipal y dar por concluida la obra. Sin embargo, en la mañana de ayer amaneció de nuevo con huellas en el suelo recién reparado. Según explican fuentes de la empresa, hay testigos que aseguran haber visto movimiento en la zona en torno a las nueve de la noche.