El pleno del comité de empresa de Navantia Ferrol celebrado esta mañana tumbó la intención de la mayoría sindical –en manos de MAS y CIG, que ostentan la presidencia y la secretaría, respectivamente– de pelear por un convenio de centro tras el rechazo de la plantilla del grupo naval al contenido del preacuerdo alcanzado en el mes de diciembre.
De este modo, salió adelante la propuesta de CCOO, CGT y UGT, según explicó el responsable de la sección sindical de la primera de las centrales, Iván López, tras el encuentro. “Nos posicionamos a favor de seguir negociando en la mesa del comité intercentros como hasta ahora”, dijo antes de recordar que la lectura que su sindicato hace de los resultados del referéndum del 17 de diciembre es “mejorar el preacuerdo que se había firmado, pero sin secuestrar el convenio con otros puntos que están fuera de la plataforma votada por todos los trabajadores”. Este viernes, día 21, tendrá lugar esa nueva reunión, también telemática, como la de la semana anterior, con el resto de los representantes de los diferentes centros de Navantia para concretar posiciones y reivindicaciones.
“Para CCOO”, aseguró Iván López, “es importante tener una negociación lo más rápida posible” para temas como el contrato relevo, “muy importante para que quienes lleven 40 años en la empresa se puedan acoger a esta posibilidad”. “Ya no hay un plan industrial con ERE”, explicó el portavoz de Comisiones, “porque hay mucha carga de trabajo y la única alternativa que tenemos para que la gente pueda irse y ser sustituida por otra persona en su lugar sea el contrato relevo”, una figura que recogía el preacuerdo votado. Ese mismo texto incluía la reducción a tres años del nivel de entrada, aunque López aseguró que “intentaremos bajarlo lo máximo posible”.
“Los convenios son pasos que llevan a otros convenios, en este caso sería dentro de dos años”, apuntó López, que veía “factible” la firma del preacuerdo porque “serían avances como la flexibilidad horaria, los contratos relevo, los turnos o las promociones que nos irían llevando a un nuevo acuerdo en el que negociar menos asuntos”.
Por su parte, una de las dos secciones que apoya un convenio de centro, la CIG, lamenta que no haya prosperado una opción “legalmente factible e que non é incompatible cunha negociación a nivel superior, á cal nos podemos adherir no caso de que supoña un avance nos dereitos dos traballadores e das traballadoras”.
Para el sindicato nacionalista, que comparte visión con MAS, este convenio “racharía” con la situación de “desencontro” que existe dentro de la comisión negociadora y “satisfaría moitas das reivindicacións que despois de tres anos non foron quen de darlle ao cadro de persoal e que se agravan mes a mes”.
La CIG cree que lo que no sea eso supondrá “máis dilación”, ya que “teriamos que agardar que as distintas seccións sindicais de CCOO se poñan de acordo, igual que a UGT, e despois esperar a que estes se poñan de acordo con CSIF e CGT, que defenden un “non” distinto, para logo aínda tratar de poñerse de acordo en como reivindicalo”.
La sección sindical de la CIG sostiene, por lo tanto, que “o máis factible, real e intelixente é un convenio propio” y, de hecho, destaca que el Gobierno “ten lexislado a prevalencia dos convenios autonómicos por riba dos estatais, sempre e cando non sexan inferiores”.
La central carga además contra la “tónica de divagación que presiden as reunións do intercentros”, con “comunicados sen consensuar e filtracións interesadas”.
Para Iván López, una de las razones por las que cree que el preacuerdo votado no obtuvo el respaldo mayoritario en todos los centros –sí lo tuvo en la ría de Ferrol, pero en astilleros como el de Cartagena el rechazo fue aplastante– es que “no afecta a todo el mundo y a lo mejor por eso no todos se sienten representados”.
Así, se refirió en concreto a la factoría murciana, donde “se están dando discursos que van en otro camino diferente al nuestro, que es el de negociar dentro de un marco que es la plataforma. Allí”, añadió, “están centrados en un punto, el de la reclasificación del personal, y creo que hay muchos compañeros, y yo eso no lo discuto, que deberían ascender porque están desarrollando funciones de una categoría superior”. López considera que este tipo de disputas o conflictos “deben llevarse a la mesa del comité intercentros, pero no a la comisión negociadora; son dos cosas distintas y están separadas”.
El responsable de la Federación de Industria de CCOO, Víctor Ledo, centró la crítica en varios aspectos. Uno de ellos es que en esta ocasión no se quisiese “negociar o plan de emprego e o convenio paralelamente”, una circunstancia que, dijo, “a dirección de Navantia está a utilizar para non avanzar”.
Ledo añadió que no se están cumpliendo los compromisos adquiridos y considera que la empresa está beneficiando a los astilleros del sur. “Co anterior plan industrial fomos os últimos da cola e, unha vez rematado, fomos tamén os últimos en cubrir as saídas”, denunció. “Desas 1.500 prazas que anunciou o presidente, Ferrol volve estar á cola, mentres na Bahía de Cádiz hai un volume importante, tamén en Cartagena”.
En ese sentido, señaló que para “xustificar” esas “diferenzas” se están modificando los “criterios de asignación de carga de traballo: aquí en Ferrol constrúense os buques de mediano e gran porte e, sen embargo, díxosenos que as FSS non se podían facer aquí para non pór en risco o contrato coa Royal Australian Navy. Sen embargo, non hai contrato con Australia nin dique, pero as FSS non se traen para aquí”. Por último, criticó que la firma del AOR lleva un retraso de un año, “e tampouco sabemos nada dos dous BAM”.