La extracción de algas en la ría de Ferrol atraviesa desde el año pasado una crisis que es resultado de varios factores, según explica uno de los 14 trabajadores con permiso de explotación, Jorge Cendán. “Ahora el problema que tenemos es de comercialización, no que no haya producto”, comenta. En ese sentido, el biólogo de la cofradía de Ferrol, Félix Cerqueira, señala que una de las causas está en una alerta alimentaria con origen en Alemania sobre las dosis de yodo en determinados productos, las algas (particularmente las kombu, ricas en este elemento) entre ellos.
“En los países del norte y el centro de Europa, como Alemania o Suiza”, apunta Cendán, “es donde nuestras algas tienen más salida porque son un producto muy valorado, pero esta alerta nos ha afectado mucho”. Tanto, que en la campaña de este año –que Mar autoriza entre marzo y octubre en la ría de Ferrol– no se ha extraído hasta ahora ni un solo kilo.
Esta situación difiere mucho de la que se registró en los años 2020 y 2021, en el que los siete barcos con permiso de explotación –14 buceadores– llegaron a extraer más de 90 toneladas tanto de kombu –autóctona, más barata– como de wakame –foránea, más cotizada, pero con menor presencia de yodo–.
La realidad es que apenas hay wakame; al menos, en una proporción mínimamente comercial. “Se necesita un volumen grande de kilos para que sea rentable”, subraya Cendán, que, aunque reconoce que apenas hay wakame, sólo la eliminación de esa alerta sanitaria permitirá que la restricción o recomendación cambie, aunque esa medida debería estar acompañada de otras, como el lanzamiento de campañas de promoción.
“En Japón se consumen muchas algas y es el país más longevo del mundo”, apunta.
Una recomendación de las autoridades alemanas sobre las dosis de yodo habría provocado parte de la crisis
El buceador recuerda además que las algas no solo se consumen “solas”, sino que con ellas también se hace pasta, chocolate, arroces e incluso abonos”.
Para Cerqueira, la reducción de la densidad de wakame, podría ser resultado de otros factores y remite a un grupo de investigación de la Universidade da Coruña que vincula el aumento de las poblaciones de un pez herbívoro a consecuencia del aumento de la temperatura del mar, la salpa, como “corresponsable”.
“Hai que ter en conta que isto non é un laboratorio, senón o medio natural e non podemos calibrar todas as variables”, comenta, “pero o caso é que levamos dous anos sen extraer wakame porque non hai suficiente”.