Ferrol izó en la mañana del sábado sus cinco banderas azules en las playas de San Xurxo, Doniños, Esmelle, A Fragata y Caranza –en esta última, por primera vez– e inauguró así oficialmente una temporada estival que, si bien ya ha tenido varias jornadas de sol y calor, todavía no contaba con todos los servicios activos. Ayer mismo fue también el primer día de trabajo de los socorristas, 56 profesionales que velarán por la seguridad en los arenales de Penencia, Doniños, San Xurxo, Esmelle, A Fragata, Santa Comba, Ponzos, Caranza y A Graña hasta el 24 de septiembre.

El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, pedía colaboración a la ciudadanía precisamente para poder disfrutar del mar sin sobresaltos, haciendo caso en todo momento de las recomendaciones de los socorristas. Como primera advertencia, en San Xurxo, a donde la corporación acudió para levantar la bandera azul, ondeaba ya la amarilla con la que se pedía precaución a los bañistas. 

“Temos unhas praias espectaculares, nas que se poden practicar unha gran variedade de deportes acuáticos dependendo das súas condicións, o que as convirte tamén nun reclamo turístico máis”, comentó Rey Varela. “Comeza oficialmente a temporada de praias en Ferrol e quero dar as grazas aos socorristas e aos funcionarios municipais pola súa dispoñibilidade absoluta e por priorizar a urxencia de contar canto antes con este servizo”.

Este año comenzó con unos días de retraso respecto a lo habitual (en los últimos años se empezaban a vigilar las playas a mediados de junio). Rey Varela subrayó a este respecto que en las dos semanas que llevan en el gobierno han acelerado los trámites administrativos y de contratación para que estuviera disponible el 1 de julio.

Aseos y pasarelas

Al mismo tiempo están también operativos los aseos y se han colocado los contenedores y arreglado las pasarelas para cumplir con las demandas de calidad y sostenibilidad medioambiental que demanda la Asociación de Educación Ambiental e do Consumidor para la concesión de las banderas. Se tienen en cuenta también la calidad de las aguas, la existencia de socorristas y la accesibilidad.

En este apartado se estrena Caranza, una playa urbana del interior de la ría que sufría episodios de contaminación y que, a raíz de la puesta en funcionamiento del saneamiento y el cese de los vertidos, ha mejorado la calidad de sus aguas hasta alcanzar el estándar que se aplica para la concesión de las banderas.