La ciudad recuperó ayer ese bullicio más propio de días festivos que de un jueves normal con la llegada a la urbe de un nuevo megacrucero de la compañía MSC, que recaló en Curuxeiras a primera hora de la mañana con miles de pasajeros abordo –el trasatlántico tiene capacidad para 5.000 cruceristas–, tratándose del buque más grande que recala en aguas ferrolanas este año.
Su presencia no pasó desapercibida, no solo por sus importantes dimensiones sino porque muchos de sus pasajeros tomaron la ciudad hasta primera hora de la tarde. Bares, restaurantes y tiendas se animaron con el ir y venir de los cruceristas, muchos de los cuales subieron también en la lancha de la ría para conocer el castillo de San Felipe y el resto de la orografía costera. El próximo crucero arrivará a Ferrol el día 26, y dos más llegarán en octubre, sumando 6.000 pasajeros más.