El gobierno capea los últimos meses de mandato tras la dimisión de Deus

El gobierno capea los últimos meses de mandato tras la dimisión de Deus
El alcalde, Ángel Mato, y la exconcejala Mayte Deus en una comparecencia conjunta | aec

La última semana ha hecho tragar saliva al grupo de gobierno. Aunque a lo largo del mandato sobrevolaba entre los socialistas una posible dimisión –bien por los problemas de salud, bien por diferencias en los criterios de trabajo– de la concejala Mayte Deus, responsable de áreas tan significativas como Hacienda, Promoción Económica, Turismo o Recursos Humanos, superados momentos complicados como la crisis de la pandemia, la carrera profesional del personal municipal o la propia enfermedad que padece la edil, no parecía que a poco más de tres meses de los comicios se fuese a destapar una posible crisis de gobierno.
 

Una crisis de gobierno que puede entreverse en intentos anteriores de dimisión de la edil, de apoyos de grupos como Ferrol en Común a la capacidad negociadora de la concejala frente al resto del ejecutivo o de la afirmación del portavoz popular José Manuel Rey de que “Ferrol lleva ocho años en crisis de gobierno”, acusando al propio alcalde de no escuchar a la concejala, del mismo modo que no lo hace con los ciudadanos.
 

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, también se refería ayer a Ferrol y a su “crisis” de gobierno al hablar de los comicios municipales. Así, en el marco de la XXVI Intermunicipal popular,  el dirigente recordó que en muchos ayuntamientos el PP no consiguió gobernar por muy pocos votos y apostó por exportar el modelo de la Xunta, “de estabilidad, de unidad, de gobernar con mayoría y deberse nada más, y nada menos, que a nuestros votantes” y por una “tranquilidad” que se da al “no estar cediendo en nada a otros socios de gobierno”. Se refería así a la minoría del gobierno socialista –ocho concejales– y a la dimisión de la número dos “una prueba evidente de la pérdida de tiempo para intentar componer esas alianzas de perdedores que se hicieron hace cuatro años”, explicó Rueda.

 

Cambios

Aunque en la corporación todos parecen tener claro que no había sintonía entre la dimisionaria, Mayte Deus, y el alcalde, Ángel Mato, ni una ni otra parte han admitido estas diferencias, todo lo más “discrepancias naturales”, en palabras del alcalde.
 

De hecho, la ya exconcejala no ha hecho ningún tipo de declaración ni ha dado explicaciones de su marcha. Simplemente ha trasmitido una carta de despedida, llena de agradecimientos y de ninguna crítica , reconociendo únicamente que “non foi un camiño sinxelo” pero sin explicar las causas que lo propiciaron. El mismo agradecimiento vino de la mano del alcalde, Ángel Mato, que achacó su marcha más que nada al “cansancio” de la edil en esta etapa final del mandato, negando cualquier tipo de crisis.
 

La corporación municipal no ha variado demasiado desde su toma de posesión. Sin embargo, salvo en el BNG, ha habido, por unos u otros motivos, dimisiones en el PSOE –Mayte Deus–, PP –Martina Aneiros– y FeC –Xiana López–.
 

Estos movimientos no son nada comparado con el convulso mandato anterior donde hubo cambios de todo tipo y en todos los grupos municipales. El PP tuvo dos salidas por “ascensos” profesionales, como el de Diego Calvo o el del propio candidato a los comicios, José Manuel Rey, que cambió Concello por Xunta, para ponerse  al frente de la Consellería de Política Social, antes de su regreso en este mandato; además de una por cuestiones laborales, la de Guillermo Evia. La más sonada, sin embargo, fue la de Alejandro Langtry, que, esa sí, se produjo por diferencias tanto con el partido como con el grupo municipal y que lo llevó a encabezar en los últimos comicios una fallida candidatura de Ciudadanos.
 

Si en el PP Langtry abrió una brecha, en el gobierno FeC-PSOE hubo fugas en los dos bandos. En Ferrol en Común dimitió María Teresa Riveira antes de que lo hicieran otros dos a la par, uno por cada partido, Eugenia Freire –FeC– y Felipe Sas –PSOE–. Ambos achacaron incompatibilidad laboral pero las tensiones entre el PSOE de Beatriz Sestayo y FeC no se ocultaron. Pero antes de culminar el mandato se relevó una crisis más clara, la surgida con las ediles socialistas María Fernández y Rosa Méndez, que se quedaron con sus actas, si bien fueron expulsadas del grupo socialista. En el otro lado de la, cada vez menos coalición, la concejala Esther Leira también fue expulsada de Ferrol en Común y de sus áreas, aunque  permaneció como concejala no adscrita. 

En el grupo municipal del BNG también abandonó su acta la edila Eva Espiñeira, a medio mandato, alegando motivos "profesionais e persoais". Su puesto de concejala fue ocupado por Robero Montero que, curiosamente, ocupaba el número 8 de la candidatura y entró por la renuncia de los anteriores.

 

Apoyo para concluir proyectos

El alcalde, Ángel Mato, mantiene el compromiso de que en este mandato se pueda cerrar el convenio con Defensa. El pleno de febrero es la próxima cita en la que podría despejarse esa incógnita y a la minoría del gobierno –que incluso será mayor, ya que posiblemente no esté incorporado el nuevo edil Rafael Fernández– se suma la falta de respaldo de los que se supone son “aliados”. 

El apoyo del PP es la única posibilidad de que salga adelante. Sin embargo, el portavoz, José Manuel Rey, recuerda que “nosotros ofrecimos nuestros 12 concejales para formar un gobierno excepcional para un momento excepcional y ahora vemos que hasta incluso le sobraban ocho”.

 

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