La segunda prórroga otorgada a la empresa encargada de las obras de Pardo Bajo fija en el próximo 24 de septiembre el final de la actuación de humanización que pretende adaptar la calle a los usos peatonales y de terrazas de hostelería que tiene desde hace tiempo, aunque la calle contaba todavía con calzada y aceras como si fuese de uso rodado.
Las obras deberían haber concluido el pasado 20 de julio y en ese momento se concedió una prórroga de cinco semanas hasta el 27 de agosto. Ahora, la segunda ampliación en el plazo de ejecución ha llevado al ejecutivo local a reunirse con representantes de los establecimientos hosteleros de la calle para explicar el avance de los trabajos y el final previsto de los mismos.
La “resignación” y el “escepticismo” fueron ayer dos sentimientos repetidos entre los empresarios del sector, que han visto que nada pueden hacer ante estos retrasos y solo ansían que las obras acaben en su nuevo plazo. Sin embargo, como explicó la gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Ferrol y Comarca, María Luisa Barro, –que en la reunión representó a dos establecimientos que no pudieron asistir– no tienen nada claro que esto vaya a ser así e incluso hablan de mediados de octubre como una fecha más acorde al desarrollo de la obra. Reclaman, eso sí, que haya más vigilancia y control de los trabajos para que queden perfectos. Barro transmitió el enfado de muchos afectados al considerar que hay defectos en los trabajos, que esperan que se corrijan antes de concluir.
En el encuentro celebrado ayer en el Concello tomaron parte representantes de Caserío Vasco, Alexo, Aphoteka, Cervecería Pardo, Ánimas y A Vaca y fueron informados por el concejal de Urbanismo, Julián Reina, que estuvo acompañado del arquitecto municipal.
Reina expuso los nuevos plazos fijados y los problemas surgidos para que no se haya concluido todavía la obra. No dudó en agradecer a los hosteleros y vecinos de la calle su paciencia como consecuencia de las molestias, pero insistió en que esta reurbanización va a suponer "un cambio moi notable na vía".
Los trabajos han supuesto una inversión de 524.643,65 euros y, con la conclusión de la obra de la vía, queda pendiente cuándo se podrá completar la calle, una vez reurbanizada, con ejemplares arbóreos, ya que es necesario que se planten en la época adecuada para que perdure. Se trata de cerezos japoneses como los que florecen en el Callao.