Lleva poco más de un año residiendo en Ferrol y ya ha sido capaz de poner en marcha un interesante proyecto musical: la Joven Orquesta Ferrolterra. El violinista y director Pedro Montilla (Caracas, 29 años) habla con entusiasmo de la iniciativa secundada, hasta el momento, por una treintena de jóvenes repartidos entre las agrupaciones infantil (hasta 12 años) y juvenil (a partir de esa edad).

Ambas debutaron el pasado viernes en un concierto celebrado en el Ateneo Ferrolán. “Ha sido un éxito total y muy emotivo”, destaca el músico venezolano. Su iniciativa sigue la estela del sistema nacional de orquestas y coros juveniles e infantiles de Venezuela, su país, en el que se formó y que constituye, a su juicio, “una referencia en el campo de la enseñanza musical”. Viene, dice, “de ese entorno en el que la comunidad desarrolla un espíritu transformador a través de la música, para ayudar, entre otras cosas, a salir de la pobreza a través de la música”.

Al igual que en este modelo, las sesiones de ensayo que la Joven Orquesta Ferrolterra lleva a cabo los sábados son gratuitas para el alumnado, jóvenes que en su mayoría se forman en conservatorios y en academias de la ciudad. “Viene alguna gente incluso desde Coruña”, dice.

Asociación

El proyecto funciona a través de la asociación sin ánimo de lucro Unlloc y cuenta con el apoyo del centro Dando la Nota, que les cede su espacio para poder llevar a cabo la actividad. Fijan, entre sus objetivos, poder conseguir algún tipo de ayuda institucional, inexistente por ahora, para poder seguir creciendo con este proyecto de acceso público y sin coste “para todo el mundo”. Montilla recaló, casi por casualidad, en la ciudad naval después de un intenso periplo vital por diferentes países.

Debutó a los 19 años como director con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y estuvo viajando por América Latina en un proceso de investigación sobre compositores de la época colonial.

Trabajó también como profesor universitario en Colombia y, tras residir en otros lugares de España, desembarcó finalmente en Ferrol, donde se siente como pez en el agua. “Ferrol es una ciudad musical, con gente con mucho talento. Aquí se vive mucho la música, como ocurre, en general, en Galicia”, destaca. Junto a su proyecto orquestal, dirige también en la actualidad la rondalla Perla del Río, de Fene.

En el estreno del pasado viernes, la Joven Orquesta Ferrolterra ofreció una muestra del trabajo realizado en sus tres meses de vida. Bajo el título “Harmonía Artificiosa”, el repertorio incluyó obras de Charpentier, Martínez Compañón, Rameau y Lully. Un exitoso debut para un proyecto musical que no ha hecho más que comenzar.