Con el nuevo plazo, resultado de una prórroga de cinco semanas sobre la fecha de conclusión fijada inicialmente, establecido para el próximo día 27, a punto de expirar, las obras de la calle Pardo Bajo parecen ver por fin la luz con la colocación de la losa de granito en superficie.

Los trabajos, que comenzaron el pasado mes de febrero, impidieron que los hosteleros de la zona disfrutasen de terrazas en Semana Santa y también en los meses fuertes de verano, algo que llevó al alcalde, Ángel Mato, en una visita realizada a la zona, a agradecer al sector “a súa paciencia durante os meses de traballo”.

La calle Pardo Bajo, que ya funcionaba como vía peatonal dedicada al uso hostelero, ha sido remodelada para que se adecuase urbanísticamente a su utilidad. Así, las aceras quedan a la misma altura que la calzada, en una plataforma única que, como destacó el regidor, “ofrecerá moitas posibilidades”.

Mato recordó que se trata de una calle de gran actividad hostelera, por lo que aumentará su valor con las obras además de que “gañará espazo para as persoas e se presentará nas mellores condicións”

Queda todavía pendiente el aporte vegetal del que se dotará la calle, que consistirá en unos 20 cerezos japoneses, como los del Callao. La iluminación será en catenaria.