El verano encara ya su recta final y con ello la “vuelta al cole” se dibuja en el horizonte. Así, los universitarios que cursan sus estudios en Ferrol deben enfrentarse una vez más al reto de encontrar alojamiento en una ciudad donde, en los últimos años, la oferta de alquiler no va pareja a la demanda.
Tal y como detallaron las agencias inmobiliarias consultadas, si bien el grueso de la campaña de búsqueda de piso tiene lugar a lo largo del presente mes de agosto, los estudiantes más veteranos comenzaron la prospección de un nuevo hogar entre abril y mayo. Sin embargo, la relativa escasez de pisos ha disparado los precios, que aun estando lejos del nivel que se alcanza en otras grandes ciudades, son mucho más elevados que un lustro atrás. De media, estiman los profesionales del sector, se sitúan entre los 500 y los 600 euros, dependiendo del número de habitaciones, la localización y los servicios incluidos.
“En Ferrol hay más demanda de vivienda en relación a la oferta que hay, a pesar de que venimos de años en los que hubo bastantes inversores particulares interesados en adquirir algún inmueble para destinarlo al mercado de alquiler”, apuntan desde la agencia Inmonosa. En este sentido, la firma señala que el parque de viviendas ha ido creciendo con el paso de los años, pero que no ha ido parejo al incremento en el número de alumnos que eligen Ferrol para cursar sus estudios.
Del mismo modo ven la situación en la agencia El Cantón, que señala que a los estudiantes “les cuesta encontrar” dada la baja oferta y que “los precios han subido una barbaridad”. En Mundocasa, por otro lado, repiten diagnóstico de pocos pisos para muchos interesados, aunque en su caso sí están logrando cubrir la mayoría de las solicitudes que reciben.
Como ya se mencionó, el inicio de la búsqueda de piso va parejo a la veteranía de los estudiantes. Aquellos que llegan “nuevos” a la ciudad tienden a buscar habitación en viviendas ya alquiladas por otros alumnos o a buscar la suya propia con algún conocido durante los últimos meses de verano, mientras que los de cursos superiores, ya con experiencia en esta coyuntura, inician el proceso mucho antes y con amigos de la universidad.
“Hay varias remesas de estudiantes. Algunos lo miran en junio para dejarlo listo para el inicio de curso; luego hay una pequeña remesa a lo largo de julio, otra ya más notable a comienzos de agosto y ya una última, el grueso, que viene a partir del 15 de este mes”, apuntan desde la agencia AM Ferrol. En el caso de Inmonosa, su campaña suele comenzar ya a finales del curso anterior. “Cuando llegamos a mayo empiezan a llegar las solicitudes de búsqueda de los estudiantes. Los de segundo y tercer año, que ya saben que van a continuar aquí y tienen el grupo definido de los que van a vivir, porque a lo mejor viven dos juntos y se quiere unir un tercero, a finales del período de estudios es cuando empiezan a enviar las solicitudes”, explican.
“A estas alturas lo normal es que ya lo tengan resuelto porque ellos entran en septiembre, entonces salvo algún rezagado que pueda haber, la mayoría ya cuentan con vivienda”, apuntan desde la inmobiliaria El Cantón. Por su parte, en la agencia Mundocasa detallan que los alumnos “cada día empiezan a preguntar más temprano”, en su caso a partir del mes de abril, por lo que “se va cubriendo la demanda que hay” y, a día de hoy, lo que resta son las ofertas menos atractivas.
Respecto a la situación del mercado en sí, todas las agencias coinciden en que la gran demanda, enfrentada a la baja oferta, ha disparado los precios en general de los pisos –como se señaló, unos cien euros de media, aunque depende mucho de las características del inmueble–. De hecho, Mundocasa indica que, en el caso de alquileres de larga estancia, de militares o de trabajadores del naval desplazados suelen cubrirse pocos días después de publicarse el anuncio.
Como dato interesante, todos los profesionales también señalan que el aumento de los pisos turísticos puede suponer un factor importante, pero no decisivo en esta situación. Estos alquileres turísticos, explican, son cada vez más comunes, pero están estacionalizados y no son especialmente prevalentes en Ferrol –como sí sucede en otras áreas de Galicia–, por lo que solo reducen ligeramente la oferta, tanto para estudiantes como para otros solicitantes. En cualquier caso, con cada día que pasa las opciones se reducen más y más, de modo que incluso aquellas opciones menos deseables acabarán siendo ocupadas.
Si bien el coste de la vivienda en venta se mantiene relativamente estable en el término municipal de Ferrol, el mercado de alquiler es mucho más incierto. El aumento en la demanda, especialmente en épocas de carga de trabajo en el naval, dispara los precios, como se puede observar en los portales inmobiliarios de referencia. En el caso de Idealista, que no actualiza sus cifras desde el pasado mes de junio, el coste por metro cuadrado se sitúa en los 6,5 euros, lo que supone un incremento del 12% respecto a septiembre de 2023 (5,8). Fotocasa, por su parte, establece un coste medio en la ciudad naval mucho más elevado, alcanzando los ocho euros por unidad de suelo.
No obstante, al igual que sucede a la hora de adquirir un inmueble, factores como la localización del mismo o sus características son determinantes a la hora de establecer un precio. Así, este último dominio web relaciona las viviendas de una sola habitación en torno a los 390 euros al mes, un coste que se dispara hasta los 630 a partir de dos espacios. En cuanto a las dotaciones, la plaza de garaje es el activo más demandado, mientras que la terraza el que menos.