Alrededor del 7% del prácticamente medio millar de consultas que ha atendido el Polo de Emprendemento de Ferrol a lo largo de su primer año de existencia están relacionadas con el interés de los propietarios de un negocio por encontrar a alguien que tome el relevo y continúe con la actividad.
Según los datos que aporta la Consellería Emprego, Comercio e Emigración en esta situación se encontraron durante 2024 un total de 29 establecimientos y, de ellos, actualmente hay 15 que continúan abiertos y buscando ese relevo. Además, otros siete ya culminaron con éxito el proceso dentro de la propia red y cuatro lograron un acuerdo por otra vía. Dos abandonaron y hay uno que se encuentra actualmente en proceso de negociación.
La casuística de cada uno de los establecimientos que han recurrido a la ayuda autonómica para buscar una salida que evite su cierre es diversa. Dos tercios de esos 29 proyectos se publicaron en el escaparate de la web polosemprendemento.gal y también en cerca de dos tercios lo que se busca es la transmisión del negocio porque el dueño está cerca de la edad de jubilación. El 17% se marca como meta cambiar de sector y un 10% “busca a remuda debido á súa situación persoal”.
Por sectores, casi la mitad son negocios relacionados con el comercio y la cuarta parte, con la hostelería.
Hace apenas una semana, el pasado viernes 17, se publicó en el Diario Oficial de Galicia la orden que regula, entre otros, el Bono Remuda, una “aposta estratéxica” para la Xunta para la que desde ayer ya se pueden solicitar ayudas. El plazo permanecerá abierto hasta el 30 de septiembre.Este programa forma parte de un paquete dirigido al colectivo de autónomos y que por primera vez se publica “conxuntamente para axilizar a tramitación e resolución”, sostiene la Xunta.
De este modo, el Bono Remuda contará este año con un presupuesto de 1,2 millones. Como novedad de esta convocatoria se ofrecen ayudas no solo para quien asume la empresa, sino también para quien lo traspasa por jubilación. Así, la aportación será de 6.000 euros para los negocios que estén localizados en concellos de menos de 10.000 habitantes y la mitad para quienes lo tengan en un municipio de más población. En el primer supuesto se subvencionará el 75% del contrato relevo y en el segundo, el 70%. En cualquiera de los dos casos, el bono cubrirá el precio, sin IVA, que se estipule en el contrato de un negocio o actividad con domicilio social y fiscal y centro de trabajo en Galicia que estuviese inscrito en Bolsa de Remuda da Rede de Polos de Emprendemento.
A Santiago Martínez le quedan dos meses para jubilarse definitivamente –ahora es parcial– después de 35 años atendiendo un establecimiento de tejidos en la calle de la Iglesia y más de medio siglo trabajando. En su caso sí ha encontrado relevo que permitirá al bajo 110 de la calle de la Iglesia continuar con la actividad. “Viene una chica que, además, va a aportar más porque también montará un taller de costura”, explica. El propietario de Tejidos Santy –nombre que le puso al comercio que regentaba con su mujer tras la jubilación de esta– reconoce que no ha sido difícil encontrar relevo porque “coincidió así”, aunque reconoce que echará de menos el trabajo: “No sé hacer otra cosa; llevo trabajando desde los 15”. No sucedió lo mismo con otro local en Ultramar, en la calle Villa Soledad, que cerró sin relevo, ni para esa u otra actividad.
Sobre el futuro del pequeño comercio, lamenta que “vaya a menos” porque “hay una competencia muy fuerte de los centros comerciales e internet. Hoy se ven más bajos vacíos que ocupados”. A eso añade Santiago Martínez las dificultades del trabajador autónomo porque “no tenemos derecho a nada, solo a cotizar y a tener una mala pensión”. Otro de los factores que juega en contra del comercio de proximidad es la decisión de “peatonalizar el centro de las ciudades”, un error, dice, porque disuade “a los clientes de la comarca que vienen en coche. Si no te dejan entrar en una ciudad en coche, la segunda vez no vuelves y te vas a un centro comercial”.