El comité de Masol Iberia Biofuel, empresa que produce biodiésel en una planta del puerto exterior de Ferrol, inició ayer las movilizaciones con las que quiere forzar a la dirección a “cambiar de actitud” y negociar “el fin de la discriminación salarial que existe”, aseguró el presidente, Joaquín Souto, “entre los trabajadores, sobre todo del departamento de Producción, aunque también afecta a otros compañeros”. 

Souto explicó que “no se respetan los grupos profesionales que figuran en el convenio, ya sea entre compañeros del mismo grupo o de grupos diferentes, incluso estén o no a turnos”. En esa línea, recordó que las partes han estado en conversaciones durante un año y medio y que incluso “les planteamos la posibilidad de arreglarlo en varios años porque estamos hablando de diferencias entre el 10 y el 15%”.

Además, denuncia “incumplimientos reiterados en materia de seguridad laboral”, por lo que avanzó que la parte social presentará esta semana una reclamación en Inspección de Trabajo “para que lo hagan”.

Por otra parte, el portavoz del comité señaló que el calendario laboral “es impuesto, no negociado”, algo que, dice, “perjudica a prácticamente todo el personal de Producción, que es el que está a turnos, y a la conciliación entre la vida familiar y laboral, que es penosa”. En ese sentido, añade que hay un informe psicosocial de la empresa en el que se recogen “estas penurias”. 

Los trabajadores consideran que el actual, con importantes inversiones en marcha que permitirán ampliar su capacidad, es el momento de que la empresa “valore a la plantilla que tiene”. En la planta de Masol –tiene otras dos, en Cartagena y Castellón– trabajan entre 50 y 55 personas.