La plantilla de Navantia Ferrol votará hoy en referéndum si mantiene los bloqueos en el astillero como hasta ahora. La asamblea general celebrada ayer tras los correspondientes encuentros parciales de la semana pasada sirvió para fijar las dos posturas sobre las que el personal de la compañía pública tendrá que pronunciarse.
Por un lado está la postura que logró el apoyo mayoritario en la asamblea previa a la salida de vacaciones, a mediados de julio, promovida por la CGT y que defendía un bloqueo total de los trabajos relacionados con el programa de las fragatas F-110 mientras no se desbloqueasen las negociaciones del convenio colectivo, que pese a intensificarse en las últimas semanas de la primavera y comienzos del verano no pudieron avanzar todo lo que deseaba la mayoría sindical. Esta, en manos de MAS y de la CIG, se había marcado como objetivo que el convenio se firmase antes del periodo vacacional, sin éxito.
La otra posición es la que llevan conjuntamente estos dos sindicatos, así como CCOO y UGT, que son partidarios de mantener los bloqueos de los trabajos, pero con la suficiente flexibilidad como para que no afecte a la industria auxiliar. Como se recordará, hay varias compañías que han planteado medidas drásticas como despidos, ertes o, en el mejor de los casos, aplazamiento de contrataciones debido a las medidas de presión por parte de los piquetes del comité de empresa.
La próxima semana se retomarán las negociaciones del convenio colectivo en Madrid. Como se recordará, está prorrogado desde el 1 de enero de 2022.
Los representantes de Ferrol en el intercentros (tres de un total de 13) señalan que hay puntos, como las prejubilaciones –que quieren que se mantengan como en el último plan, en 61 años– que es necesario aclarar.