El estado de las viviendas del barrio de San Pablo es motivo de constante preocupación entre los vecinos, que vuelven a pedir ayuda ante un deterioro que supone un riesgo para los viandantes. Un grupo de residentes alerta sobre desprendimientos de cascotes y hundimientos que pueden causar una desgracia en la calle, además de los problemas de habitabilidad que conllevan. Están, sobre todo, preocupados por el estado de las cubiertas de los edificios.
Carmen Longa es una de estas vecinas. Alerta sobre el “problema muy grave” en las fachadas pero sobre todo muestra su inquietud por el estado de los tejados porque se producen continuos desprendimientos sobre la vía pública. Explica que hay vecinos que han realizado algunas reparaciones por su cuenta pero que la estructura de población del barrio hace muy difícil acometer acciones de calado que solucionen esta problemática.
Se trata en su mayoría de vecinos con pocos o ningún ingreso, en muchas ocasiones personas mayores que viven de su pensión, y que no pueden hacer frente al coste de las obras que se necesitan. “Hay quien puede pagar la reparación pero también hay gente mayor, pisos vacíos... Son todas las calles, es un riesgo enorme”, advierte esta residente en San Pablo. “Un día hay una desgracia, por favor que nos ayude alguien”.
La cuestión se complica al haber pisos que son propiedad del Instituto Galego de Vivenda e Solo y otros en los que los propietarios son personas físicas, que en su día accedieron a la opción que se les dio desde el organismo autonómico de comprar sus casas. A eso se le suma el alto número de pisos vacíos, que lastra las decisiones en comunidad, por lo que, aunque haya en un edificio gente dispuesta a realizar las reformas, no pueden asumir en solitario el gasto que supondría.
Estos vecinos no saben a quién acudir para pedir ayuda o qué opciones tienen para hacer frente a la situación, a qué subvenciones podrían acceder o cuáles son sus derechos. A principios de semana, una representación se presentó en el Ayuntamiento para solicitar una reunión con el regidor. Desde el gobierno local se informa de que el teniente de alcalde, Javier Díaz, los recibirá la próxima semana para que le expongan sus problemas.
La denuncia de la situación de las viviendas en el barrio de San Pablo es una constante en los últimos años. Se ha planteado tanto desde el vecindario como desde los partidos políticos que se declare zona ARI (Área de Rehabilitación Integral) para poder así sentar las bases que faciliten planes de rehabilitación con ayudas públicas. Hubo una propuesta se realizó al mismo tiempo que la de Recimil, durante el gobierno de Ferrol en Común, aunque es este último barrio el que la tiene aprobada desde 2017 mientras San Pablo espera.