Las IV Jornadas Puerto-Empresa que ayer se celebraron en el CIS Tecnoloxía e Deseño de A Cabana reafirmaron el cambio de rumbo del organismo que preside Francisco Barea, que reunió a representantes institucionales y del ámbito empresarial comprometidos con el escenario de la descarbonización. Para la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, la transición tiene más de ruptura (movía cerca de diez millones de toneladas de mineral, entre carbón y bauxita, al año) que de mudanza y su responsable aseguró que “no nos vamos a quedar quietos, aunque a veces los cambios provoquen vértigo, ni a seguir haciendo lo mismo”.
Barea apuntó que el proyecto “Faro Verde” está en marcha y que las nuevas energías serán “uno de los grandes pilares” sobre los que el Puerto edificará su futuro, aunque advirtió de que, para que el desarrollo sea completo, “necesitamos llegar a las grandes líneas de transporte europeo”, en referencia a la red básica del Corredor Atlántico de la que Ferrol está excluido ahora.
En ese proceso de “plena transformación” que abandera el organismo, Barea agradeció el apoyo de un tejido industrial y empresarial “ilusionado” que, al igual que el resto de la sociedad, entiende que los tráficos de mercancías han de ser de “alto valor añadido” y no “medirse únicamente en términos económicos o cuantitativos, sino fruto de iniciativas acompañadas de industria y de empleo”.
El acto inaugural contó también con las intervenciones del alcalde, José Manuel Rey; del presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena; y del conselleiro do Mar, Alfonso Villares. El regidor aseguró sentirse “orgulloso” del puerto, “clave en al diversificación industrial”, y animó a todos los agentes, “públicos y privados”, a “trabajar unidos para afrontar los nuevos proyectos”. “Ferrol”, añadió, “es el mejor lugar para invertir”.
El máximo responsable de Puertos del Estado recordó que la actividad de los puertos debe enfocarse en tres dimensiones y no solamente en la económica. “Hablamos de la social y la ambiental”, apuntó. Sobre esta última, trasladó el diagnóstico actual y las acciones que se han impulsado para que “la mejora ambiental se produzca en todas y cada una de las operaciones portuarias”.
Rodríguez Dapena explicó que la amplia red de medida de diferentes parámetros océano-meteorológicos –cada año se bate el récord de altura de ola y de temperatura superficial de mar– justifican todas las decisiones que se están tomando y que se resumen en alcanzar un saldo neutro en el 2050 o en la reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 tomando como punto de referencia la década de los 90.
La necesidad de pasar de la energía fósil a la verde coincide con una mayor demanda de energía, también en los puertos, tanto en buques de pasaje como de portacontenedores. Eso provocará, explicó el presidente de Puertos del Estado, que, por un lado, se duplique el consumo y requerirá que la potencia se quintuplique, dos retos que las dársenas, como plataformas logísticas y “facilitadoras”, tienen que afrontar y, además, con “actitud innovadora”.
El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, puso el foco en la manera en que la descarbonización afecta a la pesca. “Tenemos 4.200 barcos y somos la decimoquinta región del mundo en exportación de productos del mar”, apuntó, por lo que pidió que ese proceso de abandono de las energías fósiles sea “compatible con la sostenibilidad del sector, además de gradual, realista y asumible”.
La jornada se estructuró en cinco mesas redondas y la presentación del proyecto de arrecifes verdes que se desarrolla en el Campus Industrial. El último foro se desarrolló en streaming con la participación de Juan Antonio Vázquez, auditor de la Unión Europea, y Sergio Prieto, de la Organización Mundial del Comercio.
En la clausura, que contó con la participación de Cristóbal Dobarro, presidente de Cofer, y de Francisco Barea, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, incidió en la necesidad de que Ferrol sea “referencia de la eólica offshore”, para lo que es necesaria, dijo, “mayor agilidad” por parte del Gobierno central en la delimitación de zonas y “más diálogo” con los sectores implicados.
Calvo recordó que se están repotenciando muchos parques eólicos –el año que viene serán cien, avanzó– y apuntó que hay “preocupación” en el ejecutivo gallego por la parálisis judicial que afecta a un centenar de proyectos eólicos en Galicia debido a la suspensión por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
En la primera mesa, Vicente Fernández, de PWR Capital, presentó el proyecto de instalación de paneles fotovoltaicos en el talud y el monte –terrenos inertes– del puerto exterior, un “reto de la ingeniería por el desnivel existente que, a falta de un par de permisos, podría comenzar a construirse en el primer trimestre de 2025. De ese modo, podrán generarse más de 20MWp (pico). Juan Sousa, de CT Ingenieros –uno de los cinco proveedores preferentes de Airbus– repasó los proyectos en los que está inmersa la compañía –entre ellos, uno de recuperación de plásticos en acequias o puertos con el Campus Industrial–. Por su parte, el director xeral de Política Enerxética de la Xunta, Pablo Fernández Vila, explicó en qué consiste la zona experimental frente a Punta Langosteira y Valeria Ratsutskaya, de Eco Wave Power, desgranó su modelo de aprovechamiento undimotriz que, en el caso de Ferrol, permitiría generar hasta 4,3 MW.
El almacenamiento centró la segunda mesa, en la que Adolfo Rozadillas, de Ghenova, recordó el objetivo de la electrificación de los puertos en 2030 y expuso su patente de “Blue Solar”, que integra energía solar y fotovoltaica en la misma planta. Roland Knippschild, de la alemana Tesvoltocean, habló de las baterías para todo tipo de instalaciones, también para buques y que permiten guardar la energía que no se consume para poder utilizarla en otro momento. Representando a Head Up Services intervino Vicente Fernández, que habló sobre las oxidrogeneras, que, con la mitad del tamaño de una lavadora permite ahorros de hasta el 12% del consumo en los barcos y reduce hasta en un 20% las emisiones. Por último, Enrique Arias, de EMSC Global Water Solutions, dio a conocer su sistema para recuperar la energía desaprovechada de la red de distribución de agua –sobre todo en estaciones de bombeo y redes con desniveles–.
En el debate sobre eólica intervino en primer lugar José Luis Varela, de Galenergy, que dio detalles sobre el proyecto para el dique del puerto exterior de Ferrol, aunque se mostró escéptico sobre la eficacia de la hidrólisis en el proceso de generación de hidrógeno. Joseba Sagarzazu, de Proinlosa, subrayó que Europa “tiene que ser independiente desde el punto de visa energético”, y Javier Cordeiro, de Protec Navi, abordó la diversificación de su empresa, desde el sector naval a la eólica marina. Por parte de Windar, Francisco Arechaga, habló sobre el carácter incipiente de la eólica flotante en relación con la fija (en los parque de Europa hay 35.000 MW instalados, por los 200 de la flotante), que es la que se trabaja de momento en Navantia Fene, y la necesidad de mano de obra, déficit para la que han implementado su propio plan de formación. Arechaga expresó su deseo de seguir “muchos años más en la ría de Ferrol”.
Forestal del Atlántico y Masol coprotagonizaron, con ITG y Tresca, la mesa sobre energía química. El representante de esta última, Raúl Rodríguez, puso el foco en el papel del puerto como “facilitador” y “creador de sinergias” y sus condiciones óptimas para “exportar energía al norte de Europa”. Por ITG, Santiago Rodríguez dijo que los puertos “van a tener que trabajar con hibridación y almacenamiento”. Iván Seoane, de Forestal del Atlántico, explicó en qué momento se encuentra Triskelion, el proyecto de metanol verde en las instalaciones de Mugardos, que, recordó, “ya llevaban 30 años importando metanol para la fabricación de sus productos”. Así, anticipó que la comarca será “referente en la transición”. Por último, Elena Pía, de Masol Iberia Biofuel, explicó que su ubicación en Caneliñas es “esencial” y que está desarrollando iniciativas para mejorar el proceso de refinado del aceite que se emplea para producir, que es de segunda generación”.
Luis Carral, catedrático de Construcciones Navales de la UDC, desgranó su modelo de arrecife artificial desarrollado en el Campus Industrial en los últimos 15 años, cuando se concibió la idea. Explicó que estas estructuras –con forma de cubo y unas cuatro toneladas de peso que emplean concha de moluscos como vieira u ostra– puede contribuir a paliar los efectos del deterioro de determinados ecosistemas marinos y que está muy avanzado el proyecto para instalar uno de estos parques de 30 o 40 unidades en la ría de Ares. La idea es hacer lo mismo en Ferrol y, de hecho, ya ha habido contactos con el Puerto.