En la página web de la Clínica San Lorenzo se pueden escuchar los testimonios de decenas de pacientes que han pasado por las manos del doctor Santiago Oliván Bistuer, llegando desesperados a su consulta y saliendo de ella con el agradecimiento a quien logró mitigarles el dolor, como en un "milagro".
Fue a comienzos de la década de los ochenta cuando este profesional nacido en Huesca se fijó en Ferrol y A Coruña para emprender su propio negocio, al que puso el nombre del patrón de su ciudad natal, y el que le ha brindado reconocimientos fuera de nuestras fronteras.
¿Descartó desde un principio dedicarse a la medicina pública?
Siempre quise ser independiente, tenía ya con 30 años ese espíritu emprendedor de trabajar por mi cuenta. Llegué aquí en 1983 y me encontré a un Ferrol con mucha actividad industrial y supe que era el lugar donde me debía quedar.
¿Desde el comienzo se dedicó al tratamiento del dolor?
Sí, ya contaba con tecnología puntera en aquel momento para hacer estos tratamientos, además de ser un centro psicotécnico y de diagnóstico. En mi familia se había sufrido mucho directamente por estas patologías y desde el comienzo de mi carrera quise abordarlas.
¿Pensó entonces que llegaría a recibir reconocimientos nacionales y europeos por su labor como así ha sido?
Después de tantos años dedicado a esto es un enorme privilegio recibirlos. Lo cierto es que tengo que darle las gracias, en primer lugar, al doctor José Manuel Martínez Vázquez, catedrático de Medicina en Barcelona y Santiago de Compostela, que es un gran entusiasta de las patologías del dolor. Después, no quiero olvidarme de mis pacientes que, con sus testimonios y recomendaciones, han contribuido a estos galardones.
¿Existe un perfil mayoritario de paciente en su clínica?
Tratamos, sobre todo, dolencias con origen osteomuscular. La artrosis es la que se encuentra uno más frecuentemente en Galicia porque la humedad es un factor condicionante muy relevante.
¿Hasta qué punto es importante la necesidad de ir incorporando nuevas técnicas?
Máxima. La terapia regenerativa mediante técnicas de estimulación y activación de las células madre, por ejemplo, es una alternativa innovadora y muy prometedora a la hora de mejorar el daño y la movilidad en patologías degenerativas como la artrosis, sin ir más lejos, reduciendo en ocasiones la necesidad de cirugía o retrasándola. Con ello, en San Lorenzo estamos obteniendo un alivio significativo para nuestros pacientes y la mejora de su calidad de vida.
El dolor no solo afecta físicamente, sino también a la salud mental, ¿no es así?
Es frecuente que una molestia intensa y crónica genere depresión y ansiedad. A su vez, los trastornos mentales lo agravan. Es decir, existe una carga emocional con la que el paciente vive la enfermedad y hay estudios que vienen demostrando la interrelación al haber una influencia bidireccional entre ambas.
¿Hay enfermedades que se tratan dentro de la salud mental y finalmente tienen un origen físico?
Sí, y quizás el caso más extendido es el de la fibromialgia. Se piensa que no hay ninguna alteración física, pero estamos viendo que existen estructuras musculares muy contracturadas en los pacientes, por lo tanto sí hay daño estructural. De hecho, nosotros tratamos esas lesiones y mejoramos la sintomatología.
¿En qué consisten sus tratamientos para la fibromialgia?
Hay estudios recientes que consideran que en la fibromialgia hay una disfunción del sistema nervioso autónomo por un exceso de actividad del sistema nervioso simpático, provocando que el paciente no logre relajarse y mantenga una intensa tensión muscular que acaba causando contracturas e inflamación. Activa además la sensación de dolor y comprometen la microcirculación del organismo. Llega la fatiga, los problemas del sueño, de memoria... Y en esta cascada de afectación, sufren un gran impacto en el ánimo. No existe por el momento una cura, pero sí podemos aliviar la sintomatología aplicando, como venimos haciendo, novedosas técnicas no invasivas enfocadas a neutralizar su fisiopatología.
¿Trata a muchas personas con esta enfermedad?
Sí, y es vital la experiencia y la observación individualizada para la aplicación de los tratamientos. Por ejemplo, he constatado que a medida que se reduce la inflamación muscular, el paciente mejora. Después, a la gente le sorprende, pero tras todos estos años he identificado rasgos comunes en la personalidad de las personas afectadas con fibromialgia. Suelen ser muy perfeccionistas, autoexigentes, que se dan mucho a los demás y que siempre han tenido en la vida duros golpes en su vida personal, familiar o laboral.
Otra de las patologías que más tratan en San Lorenzo es el conocido como síndrome de las piernas inquietas, ¿no es así?
En efecto, y también están siendo increíbles las mejorías que estamos obteniendo. Aunque la causa exacta no se conoce completamente, se cree que está relacionada con una serie de factores genéticos y ambientales. Los afectados, que se calcula que es entre el 5 y el 10% de la población aunque hay poca gente diagnosticada, sienten molestias que empeoran cuando están en reposo. Por ejemplo, cuando intentan dormir.
¿Y cómo se tratan?
He podido constatar que muchos pacientes con esta dolencia tienen alteraciones de la microcirculación en las extremidades inferiores y que aplicando técnicas encaminadas a mejorar el flujo sanguíneo se puede apreciar una mejoría de la sintomatología espectacular.
¿Qué es la microcirculación?
Aquella de la que se encargan los pequeños vasos capilares y que indica una mayor vida útil de los tejidos. Creo que el futuro de la medicina pasa por volcarse en su estudio porque, por ejemplo, es un indicador de longevidad en las personas. Además, su deterioro está detrás de muchas de las patologías del dolor.
¿Cómo se siente uno al saber que le ha mejorado la vida a tanta gente?
Solo por la gratitud que te muestran al aliviar su sufrimiento merece la pena no jubilarse, que yo ya tenía que estar, y seguir trabajando todos los días. La verdad es que me emociono al pensarlo. Lo más importante y gratificante para mí son sus testimonios, saber que he podido contribuir a que tengan una mejor calidad de vida al no padecer dolor.