El patrullero “Serviola” ha finalizado una nueva operación de seguridad marítima en aguas del Cantábrico y la costa gallega, que comenzó el pasado 2 de mayo. En esta misión llevó a cabo el control y monitorización de posibles actividades sospechosas o ilícitas en el mar, intensificando las patrullas en las Rías Baixas durante los períodos nocturnos, según informan fuentes de Defensa. 

Se realizaron más de 80 llamadas y consultas a buques y varias aproximaciones a pesqueros para intercambiar información y dar a conocer la misión de la Fuerza de Acción Marítima. 

Precisamente uno de estos acercamientos amistosos se realizó a un pesquero que tuvo una avería en el motor, quedando sin propulsión cerca del rompiente, a la altura de Navia, en Asturias. El “Faro de Tapia” solicitó ayuda al “Serviola” y en pocos minutos se alistó el trozo de auxilio exterior. La avería, finalmente, fue solucionada por la propia dotación del barco, sin necesidad de más apoyo.

A bordo, el buque con base en Ferrol llevó a tres guardiamarinas de la Escuela Naval Militar para su instrucción y adiestramiento a flote. Los alumnos participaron en los ejercicios y se integraron como un miembro más de dotación del navío.

El “Serviola” es el primero de una serie de cuatro patrulleros construidos en Bazán en los años 90. En su caso, fue botado entonces y entregado a la Armada el 22 de marzo de 1991.