Las pruebas de choque en barcaza del motor eléctrico y convertidor de frecuencia de la propulsión de las fragatas F-110 que se construyen en Navantia Ferrol se han superado con éxito. 

El grupo naval público explica que de este modo se completan todos los exámenes en barcaza para el sistema propulsivo, tras las realizadas en octubre para el generador diésel, el cuadro eléctrico principal y la purificadora de combustible. Todas ellas, las de octubre y las del motor eléctrico en noviembre, se realizaron en la barcaza "Shock Test Vehicle STV02" de la empresa Thornton Tomasetti Defence Ltd., en concreto en sus instalaciones en Limehillock, Escocia. 

Las pruebas sirven para medir la cualificación de los equipos del buque "frente a los más exigentes niveles de supervivencia en combate y ratifica la capacidad de su proveedor, Ingeteam, para el diseño y fabricación de equipamiento eléctrico de propulsión naval, tanto convertidor de frecuencia como motor eléctrico, siendo estos capaces de soportar condiciones externas adversas". 

Además de responsables de Navantia y de Thornton Tomasetti Deffence, el equipo de trabajo en estas pruebas estuvo integrado también por el fabricante, Ingeteam, por representantes del Ministerio de Defensa y de la Oficina del Programa F-110 de la Dirección General de Armamento y Material y de la empresa norteamericana Element, que es la que garantiza la correlación entre la prueba desarrollada en Escocia (que se somete a la normativa británica) y la que se desarrollaría en Estados Unidos (bajo la normativa MIL).

Los equipos sometidos a las pruebas de choque en Escocia están de vuelta en el astillero ferrolano, desde donde se reenviarán a sus fábricas de origen para su reacondicionado y la realización de pruebas de fábrica adicionales, informa Navantia.