La última semana está resultando especialmente nefasta para el servicio de socorrismo del concello de Valdoviño. A las cuatro personas rescatadas la semana pasada en las playas el del municipio, se sumaron esta tarde otras ocho que tuvieron que ser auxiliadas al ser arrastradas por la corriente y no poder volver a la orilla.

Así, según detallaron fuentes municipales, se trató de tres incidentes separados, dos de ellos en la playa de A Frouxeira y el tercero en Meirás. Por un lado, sobre las 17.30 horas, los profesionales del servicio de socorrismo tuvieron que sacar del agua a un varón y a su hija menor de edad –de los que no se han ofrecido más detalles–. Apenas cuarenta minutos después, se produjo el segundo rescate, en este caso de otro varón, de unos cincuenta años, y sus dos hijos, una niña de once años y un niño de trece. Para agravar más la situación, sobre diez minutos después de comenzar este segundo operativo, los socorristas tuvieron que auxiliar a otros dos jóvenes, de 20 y 22 años, que también fueron arrastrados por la corriente.

En estos dos casos de A Frouxeira, afortunadamente, no se requirió asistencia sanitaria para los auxiliados, pero no fue así en el tercero, que tuvo lugar sobre las 18.30 horas en la playa de Meirás. Al parecer se trató de una muchacha de unos 16 años, que tuvo que ser trasladada en ambulancia medicalizada hasta el hospital Arquitecto Marcide, pero que ya se encuentra estable. Asimismo, su acompañante, un joven de edad similar, también tuvo que ser llevado al hospital por un ataque de nervios por el incidente.

Bandera roja

Uno de los puntos que destacó en su comunicado inicial el gobierno local de Valdoviño es que durante toda la jornada la afluencia en los arenales –y por tanto en las aguas– fue constante, pese a que ondeaba la bandera roja y a los constantes avisos del servicio de salvamento.

De un modo similar se expresaba el coordinador de los socorristas, José Agulló, que definió la tarde de “complicada”, subrayando que habían sido “un trabajo duro” para “sacar con vida” a todos estos bañistas en un espacio de unos 45 minutos. Asimismo, Agulló puso en valor a los profesionales que componen su equipo “a los que admiro y respeto, porque se están jugando la vida por muy poco”. De igual modo, en vista al flujo de personas en las playas, desde el servicio se optó por extender el tiempo de guardia en todos los arenales.

Por último, el propio Centro Integrado de Atención ás Emerxencias-112 quiso alertar a la ciudadanía desde sus redes sociales de los peligros de intentar bañarse cuando está ondeando la bandera roja.