Organizar una exposición sobre el barrio y su relación con el puerto era una idea que rondaba en la cabeza de Susana Menéndez, historiadora y responsable del archivo de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, desde hacía mucho tiempo y ahora acaba de materializarse en “Ferrol Vello, el barrio del que todos somos vecinos”. Se puede visitar hasta el 15 de septiembre en la Sala Curuxeiras, en horario de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00.
A través de una veintena de paneles explicativos, así como maquetas y objetos diversos, además de fotografías y vídeos, la exposición cuenta la historia del Muelle, un proyecto en el que Menéndez ha sido la piedra angular pero en el que han participado activamente muchas personas. “Son muchas horas”, recordaba este viernes la comisaria de la muestra antes de reconocer que “llevaba años buscando cosas”, una tarea a la que ha ayudado la digitalización de varios archivos, aunque eso, por sí solo, no llega para armar una muestra en la que la fisonomía se funde con la sociología.
“No es una exposición histórica al uso”, apunta Menéndez, “no la dividimos cronológicamente en etapas, sino que intenté que fuese un poco diferente para que el visitante viese cosas de Ferrol que a lo mejor no conoce tanto o directamente desconoce”. En ese proyecto coral, la comisaria de la exposición reconoce que se ha encontrado con muchas sorpresas, incluso para una persona que, como ella, está en contacto permanente con la historia y los documentos.
“Hubo varias cosas que, cuando las encontré, me sentí la mujer más feliz del mundo, como la foto del archivo de la Real Academia Galega (1897) de la familia Iglesias... Es una imagen única porque, aunque se sabía que ese edificio –cuerpo de guardia, aduana– existía por testimonios como el de Montero Aróstegui, nunca lo había visto”. Lo mismo le pasó con un tema que le apasiona especialmente.
“La publicidad de la época, porque nos permite conocer el barrio, las industrias... E incluso la forma de pensar de la gente. La de ‘Jabones Beceiro’, por ejemplo, es una delicia; el cartel de Hispania en el puerto o el libro de viaje del velero norteamericano “Typhoon”, que en 1920 estuvo en Ferrol y en el que se llama la atención de cómo iban vestidas las mujeres”.
“Durante mucho tiempo, el puerto y el barrio eran uno”, recuerda Menéndez, “de modo que cuando se hacían ampliaciones en el muelle se estaban transformando Ferrol Vello y Ferrol. Hay que recordar que los barcos descargaban en pleno Paseo de la Marina”. Esa parte se conserva en el archivo de la Autoridad Portuaria, pero se trata de documentación que se centra en las obras, en su propio desarrollo, no en el barrio, por lo que “hemos buscado mucho fuera, en otros archivos, también en familiares”.
Menéndez asegura que este es un proyecto “abierto”. “Siempre hay cosas”, señala, “que quedan en la recámara e incluso esta historia se podría contar de otras maneras, con otra visión”, pero subraya que lo importante, la motivación de este proyecto, era mostrar una relación puerto-ciudad más allá de las fiestas. “Verlo en marcha sirve de acicate para continuar, es un estímulo para la gente que ve que se hacen cosas y quiere colaborar. Es muy gratificante porque la historia de los álbumes familiares es también la historia de todos”, asegura.