La próxima inauguración del Memorial a las Víctimas del Franquismo, prevista para el próximo 24 de febrero, permitirá que el parque Antón Varela de Canido gane un monumento que tendrá gran visibilidad, debido a su tamaño, y al pedestal sobre el que se sitúa la obra de Manuel Patinha. Sin embargo, acaba de perder otro de los elementos más significativos del parque, una camelia japónica que ha tenido que ser talada, debido a los daños que presentaba.
Aunque algunos vincularon ambos hechos, señalando que el árbol había sido talado para dar más visibilidad al monumento, lo cierto es que se trata de una actuación de conservación de la firma San José-El Ejidillo, que se encarga del mantenimiento de las zonas verdes de Ferrol. Una vez que se llevaron a cabo trabajos de apeo de la copa del ejemplar enfermo, los encargados del servicio de parques detectaron que existían daños en el sistema vascular del árbol, por lo que fue necesario talar parte de esta unidad, apreciándose en el interior del tronco esos daños.
Los rebrotes basales del camelio se mantuvieron, de modo que el árbol sigue su crecimiento, una vez saneado.