El 7 de enero se pasa bruscamente de las compras de última hora de la jornada anterior a Reyes al inicio de un período de bajada de precios que ayuda a afrontar la cada vez más complicada cuesta de enero.
El comercio ferrolano se encontró este año, además, con que la celebración de San Xiao, patrón de la ciudad, no fue declaradacomo festivo local al caer en sábado en el calendario.
Si por la mañana hubo más ambiente en las calles y comercios, ante la ausencia de lluvia, la tarde resultó más complicada porque el tiempo se volvió más desapacible.
Sin embargo, el goteo de clientes que se animó a salir a la calle pudo optar por un gran número de establecimientos abiertos, pese a ser sábado por la tarde, lo que no acostumbra a ser habitual fuera de este período de rebajas.
El pequeño comercio del centro de la ciudad, de ropa y complementos casi abrió al 100%, mientras que librerías o joyerías y tiendas de otro tipo optaron por el descanso, al no ser las más demandadas en período de rebajas.
Lejos quedan ya esas “primeros descuentos” apenas perceptibles en las que no se bajaban los precios más allá de un 20 o un 30%. Ahora, son ya muchos los locales que superan el 50% de descuento, aunque no en todos los artículos. Como viene siendo habitual, también hubo compradores que más que hacerse con nuevas adquisiciones aprovecharon el primer día de apertura del comercio tras los Reyes para cambiar aquellos regalos que no acertaron con el gusto o la talla del receptor. Con el fin de no quedarse sin el objeto preciado y la talla adecuada, decidieron ir de compras en la primera jornada de rebajas.
Además de las calles de A Magdalena y favorecido sobre todo por tratarse de establecimientos en un espacio cubierto, el centro comercial Odeón se convirtió en punto de referencia de las compras de este día.
Aquí también fueron muchos los que se acercaron con los habituales “cambios”, sobre todo al acoger muchas franquicias y todas las tiendas de Inditex.