La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha estimado en parte el recurso de apelación de un paciente del Sergas que reclamaba una indemnización mayor después de haber sido juzgado su caso. En una primera sentencia se admitió que el retraso en el diagnóstico de un ictus en el CHUF le había provocado secuelas evitables pero se consideró una situación de “pérdida de oportunidad” –por no haber llegado a tiempo al diagnóstico correcto y, en consecuencia, haber podido dar un tratamiento efectivo– y no de mala praxis. El afectado pedía 744.000 euros de indemnización pero se fijaron 100.000 (80.000 para él, 10.000 para su esposa y 5.000 para cada uno de sus dos hijos).

El TSXG analiza de nuevo el caso y mantiene la posición de que se trata de una pérdida de oportunidad y no de mala praxis. Pero, más que en las secuelas motoras que sufre el paciente –le fue reconocido un grado de discapacidad del 73% y una situación de dependencia en grado II–, se centra en la alta probabilidad de que ese estado “se hubiera evitado o al menos mejorado de haberse seguido en el funcionamiento del servicio otros parámetros de actuación”. 

Considera el tribunal gallego que la cantidad de 80.000 euros fijada en un primer momento es insuficiente y la eleva hasta los 130.000 que, sumados a los del resto de su familia –que no se alteran porque no fueron objeto del recurso–, suponen finalmente 150.000 euros en concepto de responsabilidad patrimonial por parte del Sergas.