Los sindicatos y las fuerzas de izquierda criticaron duramente al presidente francés, Emmanuel Macron, por haber promulgado la reforma de las pensiones que eleva la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años apenas unas horas después de que fuese validada por el Consejo Constitucional.

Aunque tenía 15 días para promulgar el texto en caso de que su ,argrueso fuese validado jurídicamente -como sucedió-, el presidente francés no esperó y lo hizo anoche (en torno a las 04.00 de la madrugada), aunque solo fue publicado esta mañana en el Diario Oficial de la República.

De este modo, el texto, que afecta gradualmente a los nacidos a partir de 1961, estará listo para entrar en vigor a partir del próximo septiembre. Con esta reforma, el Ejecutivo prevé equilibrar el déficit del sistema de pensiones.

En medio de una tensión persistente en las calles -anoche hubo 150 detenciones en París y disturbios en Rennes-, este método exprés de Macron enfureció a los sindicatos y a los partidos de la izquierda, los principales motores de las protestas callejeras y huelgas organizadas desde hace tres meses en contra de la reforma.

"Macron ha querido intimidar a toda Francia robando, durante la noche, dos años de libertad a todos los asalariados. Es un gesto de arrogancia sin sentido. La lucha por la retirada de la ley es ahora una cuestión de dignidad", dijo en un tuit el líder de la izquierda gala, Jean-Luc Mélénchon.

El sindicato mayoritario, el CFDT, incitó a continuar con las protestas y constató que "hay mucho enfado y ese enfado debe expresarse". Esta organización, que lidera la movilización junto a la CGT, rechazó la invitación de Macron al Elíseo, formulada para el próximo martes.

En un comunicado, la CGT fijó el próximo 1 de mayo, día del trabajador, como "un momento histórico de movilización" para que Macron ceda y acabe retirando la reforma.

Mientras se espera que esta tarde hable en París la primera ministra, Elisabeth Borne, en el consejo nacional del partido presidencial, Renacimiento, algunos ministros ya salieron públicamente a defender la reforma.

"Se ha aplicado la ley", dijo lacónicamente el titular de administraciones públicas, Stanislas Guerini, mientras que el ministro encargado de las relaciones entre el gobierno y el parlamento, Franck Riester, aseguró que esa promulgación "no tiene nada de sorprendente" pues sigue la lógica de la decisión del Consejo Constitucional.

La principal opositora al presidente, la ultraderechista Marine Le Pen, llamó la atención por haber colgado esta mañana un mensaje en Twitter sobre el cuarto aniversario del incendio en Notre Dame y no sobre la promulgación de Macron.