La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, bajo control ruso, volvió ayer a conectarse a la red eléctrica nacional, pero su desconexión temporal la víspera por nuevos ataques aumentó la inquietud en torno a la seguridad de la planta y convirtió en urgente su inspección por parte de la agencia atómica de la ONU.
“La central nuclear de Zaporiyia está conectada a la red y genera electricidad para las necesidades de Ucrania”, señaló la empresa estatal de energía atómica, Energoatom. Se conectó a la red eléctrica uno de los dos reactores que estuvieron parados.
La planta nuclear, en el sur de Ucrania y ocupada desde el 4 de marzo por las tropas rusas (aunque operada por ucranianos), quedó desconectada completamente de la red eléctrica el jueves por la tarde por primera vez en 36 años.
Energoatom indicó que las “acciones de los invasores” de Rusia provocaron incendios en los pozos de ceniza de la central.
Dos de los seis reactores de la planta quedaron desconectados por el sistema de emergencia, si bien la central permaneció conectada a una línea eléctrica de una planta térmica cercana y se activaron los generadores de diésel, según informaron las autoridades ucranianas.
“¡Los trabajadores nucleares de la central nuclear de Zaporiyia son verdaderos héroes! Sostienen incansable y firmemente la seguridad nuclear y radiológica de Ucrania y de Europa sobre sus hombros”, indicó Ernergoatom.
No es el primer susto que se produce en torno a Zaporiyia, pero quizás el mayor desde que las fuerzas de Rusia la ocuparon.
A lo largo de este mes se han producido casi a diario ataques a la central de los que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente, lo que ha causado daños a la planta y en su territorio y ha desatado la alarma en torno a la seguridad nuclear de la planta.
Acusaciones cruzadas
Ayer mismo, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó a las fuerzas ucranianas de haber bombardeado la víspera con armas de gran calibre durante dos ocasiones la planta y las autoridades de la ciudad de Energodar, donde se encuentra la planta y ocupada también por las tropas rusas, dieron cuenta de un supuesto ataque ucraniano este viernes con artillería en la zona de almacenamiento de isótopos radiactivos.
La noticia de la reconexión permitió respirar algo más aliviados a los ucranianos, después de que el presidente Volodímir Zelenski, afirmara en un videomensaje que “Rusia ha puesto a Ucrania y a todos los europeos a un paso de un desastre radiológico”.
Zelenski aseguró que Kiev hace todo lo posible para prevenir la repetición de la catástrofe en 1986 de la central nuclear de Chernóbil (que al principio de la guerra también fue ocupada por las tropas rusas), pero recalcó que se requiere de una importante presión internacional para que Rusia se retire inmediatamente de las instalaciones de Zaporiyia.
Por ello, enfatizó, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otras organizaciones internacionales deben “actuar mucho más rápido de como lo hacen ahora, ya que existe riesgo de radiación global”, aseguró.