La actual situación mundial a nivel geopolítico está formada por un complicado avispero bélico bajo la enquistada guerra en Ucrania, con una manifiestamente inquietante y preocupante coyuntura actual: los recientes conflictos en Oriente Medio, así como un creciente poderío militar del gigante asiático, acompañado por una importante inversión armamentística, generan gran inquietud en los países de su entorno y a nivel internacional.

Ante tal escenario, el poderío naval, entre otros, es una de las ramas defensivas que es necesario reforzar como un elemento relevante de disuasión, siendo el arma submarina uno de sus puntos fundamentales. Países como Polonia (programa Orka), Canada (Canadian Patrol Submarine Project),  Filipinas (programa Horizon) o la India (programa P-75I recientemente adjudicado al astillero alemán TKMS con su modelo 214) han puesto en su punto de mira incrementar o actualizar su flota de sumergibles.

Exceptuando las circunstancias actuales y como miembro de pleno derecho dentro del entorno OTAN, nuestro país no podía ni debía permanecer ajeno a la necesidad de un refuerzo armamentístico y a finales de la década de los 90 y principios del 2000, decidió dar un paso adelante con la firma de la orden de ejecución de cuatro submarinos de la clase S-80, a fin de sustituir a los anticuadas pero eficaces unidades de la serie S-70.

El 30 de noviembre del año 2023, se celebró en las instalaciones de Navantia Cartagena, con la presencia de la ministra de defensa y autoridades militares, civiles y políticas, la ceremonia de entrega de la primera unidad de la serie S-80 (submarino S-81 “Isaac Peral”) a la Armada española.

Considerado como el “submarino más avanzado del mundo”, los sumergibles de la clase S-80 han sido diseñados como submarinos de ataque de nueva generación con capacidad oceánica y sensores de armas optimizadas para su operación, tanto en aguas profundas como en zonas costeras. 

España, a través de nuestra empresa Navantia, participa en las licitaciones internacionales que están surgiendo con nuestro modelo S-80, que, como no podía ser de otra manera, tiene serios y fuertes competidores. Uno de los que tienen mayor relevancia es el modelo Jangbogo KSS-III construido en astilleros de Corea del Sur (Hyundai Heavy Industries y Daewoo Shipuilding) y también participante en dichas licitaciones. 

El submarino coreano KSS-III (Korean Attack Submarine) es el tercer diseño de una saga de las versiones KSS-I/II. Este programa de construcción vio la luz en el año 2009, cuando la DAPA –Defence Acquisition Program Administrator–, dependiente del gobierno coreano, dio el pistoletazo de salida para la construcción de una serie de submarinos de 3.000 toneladas de desplazamiento que, bajo la denominación del proyecto Chang Bo Go III, su construcción se prolongaría hasta el año 2029.

Este proyecto fue dividido, al igual que su predecesor el KSS-II, en dos lotes (lote I + II). El primer submarino de la serie KSS-III (lote I) fue entregado al Ministerio de Defensa coreano en agosto del 2021, celebrándose la ceremonia de entrega en el astillero Okpo, perteneciente al grupo Daewoo Shipbuilding y situado en la isla de Geoje.

El primer submarino de la serie KSS-III, e incluido en el primer lote, fue diseñado con una eslora (longitud) de 83,3, una manga (amplitud) de 9,6 metros, un puntal (altura) de 7,62 metros y un desplazamiento previsto de 3.000 toneladas. Bajo estas medidas se ha diseñado un espacio para el alojamiento de una tripulación prevista de 50 personas. 

Para realizar el control de los timones de navegación y profundidad se ha adquirido a la empresa francesa ECA group un sistema de consolas capaces de operar bajo tres modalidades manual, automática o mixta. Para la detección, clasificación y localización de blancos se incluyó un sonar activo y otro de ataque. Estos controles para el sistema de combate, se desarrollaron por el equipo de ingeniería del astillero coreano Hamwha, con el objetivo de tener compatibilidad con la clase de armamento montado a bordo.
 

El armamento está compuesto por seis lanzadores de misiles VLS (sistema lanzamiento vertical) que permiten disparar misiles de crucero y balísticos, más ocho tubos lanzatorpedos de 533 mm de diámetro. Para las tareas de vigilancia en superficie se han adquirido periscopios a la empresa francesa Safran bajo un diseño de nueva generación de sistemas de vigilancia electro-ópticos, con imágenes de alta resolución y capacidad para su procesado; estando equipados con un sistema inteligente de señales y uno infrarrojo para la realización de comunicaciones submarinas. 

Impulsado por un sistema diesel-eléctrico, en el KSS-III también se ha incluido un sistema de propulsión independiente del suministro de aire (AIP) que bajo un núcleo de células de combustible, le permitirá navegar sumergido hasta veinte días. La unidades diseñadas y construidas en el segundo lote incorporaran un AIP con tecnología diferente, compuesta por baterías de iones de litio. El nuevo sistema AIP (lithium-ion) le permitirá alcanzar velocidades de 20 nudos, bajo una autonomía de 10.000 millas náuticas.

El cronograma para los hitos de las unidades KSS-III pertenecientes al lote II, nos indica que la entrega de la primera unidad se realizará durante la primera mitad del 2025, la segunda durante el 2028 y para la tercera unidad se comenzó el corte de chapa en la segunda mitad del pasado 2024.