El conocido como Árbol de la Bruja de Pontedeume languidece. El aspecto de este metrosidero ubicado en el jardín del torreón de los Andrade preocupa a los vecinos de la villa, que ponen el foco en el deterioro que ha venido presentando el árbol en los últimos tiempos.

Conscientes de ello, desde el Consistorio se han puesto en contacto con una firma experta para tratar de determinar el origen del desgaste de una especie originaria de Nueva Zelanda –de la Isla Norte, concretamente– y que tiene una antigüedad de entre 100 y 150 años. 

“Hemos visto cierta decoloración en las hojas y hemos contactado con una empresa especializada en patologías de este tipo de especies para que estos días viniesen a verlo”, comenta el alcalde, Bernardo Fernández. 

El regidor añade que “ahí se sube gente y desconfiamos que alguien haya echado algún tipo de producto en la zona de las raíces aéreas que tiene en el tronco, pero no podemos adelantarnos todavía porque no tenemos la información oportuna”.

El metrosidero eumés forma parte del Catálogo galego de árbores senlleiras, un documento de la Xunta que recoge los ejemplares de la Comunidad que son merecedores de medidas específicas de protección en atención a una serie de aspectos, tales como las excepcionales características de su porte, su edad, su rareza o su interés científico, educativo y paisajístico, entre otros.

Este inventario autonómico data del 2007 y cuenta con un total de 213 elementos –169 ejemplares y 44 formaciones arbóreas–. De ellas, 56 se encuentran en la provincia de A Coruña.

Además del Metrosideros excelsus Soland. Ex Gaertn eumés, en el listado de la Xunta figuran cuatro elementos más ubicados en las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal. Se trata del naranjo “Obsceno” del Pazo de Brandariz (Ortigueira), la magnolia Grandiflora de Santa Rita (Narón), el pino Bravo de Leiro (Pontedeume) y la formación de cipreses de California del Xardín do Malecón de Ortigueira.