Dánae Santiago, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona: “Tras el verano, vemos mucha fascitis plantar e infecciones tipo papilomas o pie de atleta”

Dánae Santiago, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona: “Tras el verano, vemos mucha fascitis plantar e infecciones tipo papilomas o pie de atleta”
Dánae Santiago Díaz, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona. I CEDIDA

En septiembre, la vuelta a la rutina laboral o escolar, y las fuertes variaciones térmicas obligan a dejar atrás chanclas y sandalias para recuperar calzado más cerrado. Es habitual que más allá de las ampollas y rozaduras, se noten algunas otras molestias. “Tras el verano, recibimos a muchos pacientes con fascitis plantar e infecciones tipo papilomas o pie de atleta”, explica Dánae Santiago Díaz, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona.

 

La fascitis plantar se manifiesta principalmente con dolor tanto en el talón, sobre todo en los primeros pasos que se dan al levantarse por la mañana o tras estar un tiempo en reposo. 

 

“Se produce por la inflamación de un tejido que se llama fascia, que se encuentra en la planta del pie y se extiende desde el talón hacia los dedos y se puede producir por varios factores: una mala pisada que genera tensión en esa zona; el uso de calzado demasiado plano, como sandalias y de ahí el aumento de la incidencia tras el verano; y algunas veces también puede estar causada por un esfuerzo puntual, como una carrera o una caminata muy intensas para la que no hemos realizado una buena preparación”, explica la podóloga. 

 

“Tras identificar el factor desencadenante, elegimos la mejor solución para cada caso. El abanico terapéutico es amplio: se pueden, por ejemplo, hacer unas plantillas a medida para controlar la pisada, pautar estiramientos de musculatura posterior para realizar en casa si vemos que nos genera tensión por acortamiento, y, en algunos casos derivaremos a fisioterapia para ayudar a acortar los tiempos de recuperación”, continúa la especialista del Hospital Ribera Juan Cardona.

 

Papilomas y hongos

 

Otra de las patologías más habituales en esta época del año son los papilomas, una verruga plantar causada por el virus del papiloma humano (VPH). “Su apariencia varía dependiendo de la extensión y el tiempo de evolución, habitualmente se parece a una dureza en forma de coliflor y suele presentar puntitos negros. Lo más habitual es que duela al pellizcar, pero en ocasiones puede molestar también a la presión”, explica 

 

Existen varios tratamientos dependiendo de la extensión del papiloma. Uno de los más habituales es retirar esa capa de queratosis y aplicar el fármaco directamente sobre la lesión, se realiza una cura oclusiva y una vez a la semana repetimos el proceso hasta eliminarlo por completo”, apunta. 
 

Otra patología muy común en nuestros pies son las causadas por hongos que pueden afectar tanto a las uñas como a la piel. “En las uñas se aprecia un cambio de coloración y pérdida de brillo, pueden causar mal olor al cortarlas y a medida que se extiende se van engrosando y volviendo más quebradizas”, explica la podóloga Dánae Santiago. “En este caso, el tratamiento varía dependiendo de la extensión de lámina que esté afectada. Se puede pautar un antifúngico en laca de uso diario tras pulir la uña. Si está muy afectada puede requerir tratamiento también por vía oral”. 

 

“En la piel, la infección por hongos más habitual es la tiña pedis, más conocida como pie de atleta, que se suele presentar como piel seca y descamada que produce enrojecimiento, picor, quemazón y en ocasiones mal olor. Según lo avanzada que esté la infección pueden aparecer fisuras, ampollas y dolor”. El tratamiento habitual es pautar antifúngicos, ya sea en pomada o vía oral, según cada caso.

 

Tanto la infección por papiloma como por hongos, suelen producirse por contacto directo en duchas públicas, en baños de gimnasios, piscinas, etc. ya sea por no utilizar calzado en estos espacios, o por compartir toallas u otros complementos de uso personal que puedan haber estado en contacto con estos microrganismos, etc. Las alteraciones en la piel como cortes, rozaduras o grietas facilitan el contagio y transmisión. 

 

Como recomendación general, la especialista recomienda: “Los ambientes húmedos y cálidos facilitan el crecimiento de hongos, por lo que secar bien los pies después de la ducha sobre todo entre los dedos es importante. Además, airear el calzado y cambiar varias veces al día los calcetines si tenemos exceso de sudoración puede ayudar a prevenir estas infecciones”.

 

Para más información: 

www.riberasalud.com/juan-cardona/ 

Teléfono: 981312500

citas@hjcardona.org 

Dánae Santiago, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona: “Tras el verano, vemos mucha fascitis plantar e infecciones tipo papilomas o pie de atleta”

Te puede interesar