La princesa de Orange descubrió este lunes una placa conmemorativa en un nuevo jardín de tulipanes en Madrid, situado en la plaza de Oriente y que donó a la ciudad como gesto de agradecimiento por la hospitalidad recibida durante su estancia en la capital española en un período “excepcional”.

Acompañada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, la heredera al trono de los Países Bajos recorrió el jardín de tulipanes plantados el pasado mes de noviembre por el embajador neerlandés en España, Roel Nieuwenkamp, junto al regidor.

Durante su recorrido por los jardines de la plaza de Oriente, la princesa Catalina Amalia –hija mayor de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos– y Martínez-Almeida mantuvieron una conversación informal y disfrutaron de cerca de este tipo de flor, símbolo nacional de los Países Bajos.

Tras descubrir la placa conmemorativa, la princesa de Orange expresó su alegría por regresar a Madrid y agradeció, además, el buen tiempo que acompañó su visita y el acto de inauguración.

Las flores, símbolo nacional del país natal de la princesa, fueron plantadas el pasado mes de noviembre

El alcalde mostró  su satisfacción por el detalle de la princesa y destacó que los madrileños están “muy agradecidos a la princesa por el cariño y el amor que ha demostrado hacia la ciudad de Madrid”.

“Estamos muy orgullosos de haber podido echar una mano en tiempos difíciles para la princesa y de que pudiera estar en esta ciudad, estudiar en esta ciudad y que haya tenido este detalle. La verdad es que nos conmueve”, aseguró Martínez-Almeida.

El edil también tuvo palabras de elogio hacia la princesa Catalina Amalia, quien “ha demostrado todo lo que ha hecho y lo que ha conseguido”, lo que a su juicio garantiza “la continuidad de la monarquía neerlandesa”, al igual que ocurre en España con la princesa Leonor, según destacó. 

Y es que la heredera de los Países Bajos permaneció en España mientras estuvo amenazada por la mafia en su país el pasado año. El regidor de la capital española explicó que no conoció la estancia de la princesa en Madrid hasta que se lo comunicó el embajador de los Países Bajos, una vez concluida.

 “Nos alegramos enormemente de haber podido echar una mano en esos tiempos difíciles y de que esos tiempos se transformaran en un tiempo extraordinario en esta ciudad de Madrid”, concluyó Martínez-Almeida.