El estado de abandono en el que se encuentra el castillo de San Felipe y su potencial turístico y cultural es una de las preocupaciones del área de Conservación do Patrimonio que dirige la edila Rosa Méndez.
Precisamente con el fin de analizar posibles usos, Méndez, junto a la primera teniente de alcalde, Beatriz Sestayo, se reunió con la Asociación de Memoria Histórica con el objetivo de estudiar la posibilidad de dedicar una parte de la fortificación de San Felipe, concretamente la antigua cárcel, como Centro de Interpretación de la Memoria Histórica. Este empleo se complementaría con otros contenidos o actividades de las que se dotaría la zona para impulsar su dinamización e incrementar su atractivo cultural y que todavía no han sido concretados.
La responsable de las políticas de conservación del patrimonio municipal, Rosa Méndez, puso en valor “a importancia da contextualización de Centro de Interpretación da Memoria Histórica” así como la necesidad de “recuperación da memoria e duns feitos históricos que forman parte do pasado da cidade”.
El objetivo sería dedicar un pequeño espacio del castillo, partiendo de la base de que esta fortificación será dotada con contenidos diferenciados que servirán, además, para su conservación y dinamización.
Las dos concejalas socialistas avanzaron que el centro podría estar situado en la que fue cárcel en tiempos de la Guerra Civil y, en esta línea, el próximo viernes se llevará a cabo una visita de miembros de la Asociación de Memoria Histórica con representantes del gobierno local para profundizar en esta propuesta.
Los integrantes de la entidad de potenciación de la memoria histórica explicaron que es objetivo del centro sería fomentar su uso educativo y divulgativo basado en los principios de “verdade, xustiza e reparación” y no construir un mausoleo en nombre de la memoria histórica.
Para la asociación, “o coñecemento dos feitos e das persoas que os sufriron son a mellor vacina contra a posible repetición de actos tan repudiables”.
Con el centro de interpretación se recuperaría también la historia del propio castillo, que fue utilizado como prisión militar.