Las alertas de diferentes candidaturas ante el avance de Vox en las encuestas y los incidentes registrados en las últimas 48 horas en actos electorales de este partido han situado a la formación de extrema derecha que lidera Santiago Abascal en el foco de la campaña de las elecciones catalanas.
Todas las encuestas publicadas hasta ahora vaticinan la entrada de Vox en el Parlamento de Cataluña: según un sondeo publicado por El Mundo, la candidatura que encabeza Ignacio Garriga lograría entre cinco y siete escaños, un resultado similar al que le augura el diario Ara, entre sies y siete diputados.
Eso significa que Vox, con un discurso beligerantemente agrio contra la inmigración, el independentismo y una supuesta "islamización" de Cataluña, podría conseguir grupo propio en el Parlament e incluso igualar o superar en escaños al PPC.
Frente a la inminente irrupción de la ultraderecha en el Parlament, los candidatos en liza han incorporado a sus discursos menciones a esta posibilidad cada vez más verosímil.
Este domingo, en un mitin en Vic (Barcelona), donde un día antes decenas de manifestantes apedrearon los vehículos de Garriga y del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, la candidata de JxCat a la presidencia de la Generalitat, Laura Borràs, se ha ofrecido como el "voto para frenar a la ultraderecha".
"Contra Vox, votos masivos por la democracia", ha clamado Borràs, que ha criticado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por destacar el sentido de Estado de la formación de Abascal a raíz de la aprobación del decreto de fondos europeos en el Congreso.
También el candidato de ERC, Pere Aragonès, que ha recibido el apoyo de Arnaldo Otegi, ha pedido "un voto masivo" a Esquerra para impedir que el presidenciable del PSC, Salvador Illa, "pueda sumar con Vox y con los otros partidos del 155".
Después de los incidentes en Vic, este domingo han vuelto a producirse escenas parecidas en la visita de Abascal a Salt (Girona) y de Ortega Smith a Valls (Tarragona), que han terminado con el lanzamiento de objetos por parte de decenas de manifestantes contrarios a su presencia, que han chocado con los agentes de los Mossos d'Esquadra que formaban parte del dispositivo de seguridad.
Abascal ha acusado a la conselleria de Interior de la Generalitat de ser "cómplice" de los manifestantes, por su "pasividad total".
Dos agentes de los Mossos d'Esquadra han resultado heridos leves en Valls durante su intervención para contener las protestas, según han explicado a Efe fuentes policiales.