La pandemia del coronavirus ha creado una volatilidad sin precedentes en los mercados financieros. Mientras algunos ven con preocupación la desvalorización de sus carteras, otros buscan aprovechar la situación invirtiendo en un activo prometedor: las criptomonedas.
Pese a que las criptomonedas son uno de los activos más recientes, gozan de una mayor asequibilidad que otros instrumentos más conocidos, como las acciones y los índices. Sus barreras de entrada son tan bajas que incluso inversores con unos pocos euros pueden aventurarse en el mercado.
No obstante, antes de empezar, vale la pena explorar algunas instrucciones básicas para evitar los errores más comunes.
Para empezar, es necesario elegir un estilo de inversión: manual o automático. Cada enfoque tiene sus puntos fuertes y débiles.
En este estilo, el inversor tiene que hacer todo por su cuenta: analizar el mercado, encontrar las oportunidades, comprar las criptomonedas, permanecer al tanto de las inversiones y vender para obtener ganancias.
El estilo manual requiere de tiempo y preparación, aunque puede generar mayores beneficios.
En este enfoque, un software se encarga de llevar a cabo todas las acciones. Herramientas como la aplicación de Bitcoin Compass, la cual fue desarrollada por inversores experimentados. Esta busca oportunidades de inversión con base en patrones de precios y análisis técnico, para luego realizar las operaciones de compra y venta de forma automática.
El estilo automático requiere de menos tiempo y preparación. No obstante, es posible que los rendimientos no sean tan altos como con el enfoque manual.
Una vez elegido un estilo, es necesario buscar una plataforma de intercambio (mejor conocida como exchange). Estos son sitios web especializados en la compra, venta y almacenamiento de las divisas virtuales.
Para elegir un exchange apropiado, es necesario considerar algunos criterios, tales como los métodos de pago, la disponibilidad de soporte en español y las herramientas de análisis.
Existen varias plataformas en el mercado, siendo dos de las más conocidas Coinbase y Binance.
El siguiente paso consiste en elegir al menos una divisa virtual para invertir. Existen miles de criptomonedas, aunque las tres más importantes según su capitalización de mercado son el Bitcoin, el Ethereum y el XRP.
Tras abrir una cuenta en un exchange, es posible comprar diferentes monedas virtuales con medios de pago populares, como tarjetas de crédito y débito, y monederos electrónicos como PayPal.
Para realizar transacciones es necesario contar con un wallet de criptomonedas, el cual hace las veces de una cuenta bancaria al proporcionar una dirección para enviar y recibir pagos. Los principales exchanges ofrecen wallets de forma gratuita durante el registro.
Tras comprar criptomonedas, es necesario seguir una de estas estrategias para generar rendimientos.
Este método consiste en realizar varias compras y ventas rápidas dentro de un mismo día con el fin de obtener un gran número de rendimientos pequeños.
Se trata de la estrategia más rentable, aunque la que requiere de mayor tiempo. Las personas que se dedican al trading intradía suelen hacerlo a tiempo completo de forma profesional.
Las estrategias de mediano plazo abarcan temporalidades de varias semanas, por lo que requieren de menos tiempo. Los inversores dedicados a este enfoque deben prestar especial atención a eventos económicos, políticos y sociales que puedan afectar el valor de las monedas.
Este enfoque, conocido popularmente como HODL, consiste en acaparar las criptomonedas en lugar de venderlas, con la esperanza de que se valoricen en el futuro.
Las estrategias de largo plazo pueden resultar notablemente rentables. Un ejemplo son los primeros inversores de Bitcoin, quienes recibieron ganancias considerables cuando la moneda se acercó a los 20 000 dólares por unidad a finales de 2017.
Las criptomonedas son un tipo de dinero digital que, a diferencia del dinero tradicional (o fíat), no está basado en la confianza en un gobierno, sino en una tecnología llamada cadena de bloques que está asegurada por la criptografía.
Para efectos prácticos, las criptomonedas son similares a los euros o los dólares, ya que permiten adquirir bienes y servicios, así como realizar inversiones. No obstante, este tipo de dinero tiene algunas ventajas importantes, como el hecho de no depender de ningún banco central y no ser susceptible a políticas monetarias injustas ni corralitos financieros.
En cuanto a las inversiones, las divisas virtuales presentan ciertos beneficios, como barreras de entrada bajas, accesibilidad a información y herramientas de trading, además de altos niveles de volatilidad que brindan oportunidades de generar ganancias.