Los veinte imputados por el supuesto fraude en la ITV de Sabón son por ahora –ni siquiera se les ha acusado de delito alguno– tan inocentes como el que más. Sin embargo, su situación procesal no resta un ápice de importancia a la operación desarrollada por el Grupo de Información de la Agrupación de Tráfico, ya que, al margen de poner fin a presuntas irregularidades, sirve para retirar de la circulación vehículos que infringían las condiciones técnicas exigidas para que transitasen por las vías públicas. Ahí radica la gravedad del problema, puesto que el incumplimiento no solo entrañaba peligro para los conductores de esos automóviles, sino que generaba en una clara situación de riesgo para todos los usuarios de las carreteras por las que circulaban.