La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este martes su informe sobre la misión en China para descubrir los orígenes del SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la COVID-19. Según sus conclusiones, el escenario más probable es que la transmisión del virus desde los murciélagos a los humanos se produjo a través un tercer animal, mientras califican la teoría de que se escapó de un laboratorio como "extremadamente improbable".
El equipo llegó el 14 de enero a Wuhan, considerada como la ciudad epicentro de la pandemia, y, tras dos semanas de cuarentena, visitó lugares como el mercado mayorista de mariscos de Huanan, donde se produjo el primer grupo de infecciones conocido, así como el Instituto de Virología de Wuhan, en el que se investiga con varios tipos de coronavirus.
En declaraciones en una reunión con los Estados miembro, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha lamentado, en cualquier caso, que la investigación en los laboratorios que trabajan con coronavirus en Wuhan no fue "suficientemente amplia". "No creo que esta evaluación sea lo suficientemente amplia. Se necesitarán más datos y estudios para llegar a conclusiones más sólidas.
Aunque el equipo ha llegado a la conclusión de que una fuga en el laboratorio es la hipótesis menos probable, esto requiere más investigación, potencialmente con misiones adicionales en las que participen expertos especializados, que estoy dispuesto a desplegar", ha anunciado.
Peter Ben Embarek, especialista en Seguridad Alimentaria y Enfermedades Animales de la OMS y presidente del equipo de investigación en Wuhan, ha confirmado en rueda de prensa desde Ginebra (Suiza) que se dedicó menos tiempo a la teoría del laboratorio: "Al no ser la clave ni el objetivo principal de nuestros estudios, no se le prestó la misma atención y trabajo que a las demás hipótesis".
El informe de la OMS establece una serie de argumentos a favor y en contra de que proceda de un laboratorio. "Aunque son raros, los accidentes de laboratorio ocurren, y diferentes laboratorios de todo el mundo trabajan con coronavirus de murciélagos. Los seres humanos podrían infectarse en laboratorios con una bioseguridad limitada, una práctica de gestión de laboratorio deficiente o tras una negligencia", reconoce el organismo.
El principal razonamiento que apoya esta teoría es que, tal y como reconoce la OMS, en el Instituto de Virología de Wuhan se ha secuenciado la cepa más cercana conocida al SARS-CoV-2 detectado en los hisopos anales de murciélagos, con una similitud del 96,2 por ciento. Al respecto, detalla que el laboratorio del CDC de Wuhan, otro centro donde se trabaja con coronavirus, se trasladó el 2 de diciembre de 2019 a una nueva ubicación cerca del mercado de Huanan. "Este tipo de traslados puede ser perturbador para las operaciones de cualquier laboratorio", justifica la OMS.
En contra de esta teoría, los expertos de la misión en China apuntan que "el laboratorio del CDC de Wuhan, que se trasladó el 2 de diciembre de 2019, informó de que no hubo interrupciones ni incidentes causados por el traslado". "También informaron de que no hubo almacenamiento ni actividades de laboratorio sobre coronavirus u otros virus de murciélagos antes del brote", añaden al respecto.
De la misma manera, la OMS sostiene que los parientes más cercanos del SARS-CoV-2 de los murciélagos y del pangolín son "evolutivamente distantes" del SARS-CoV-2. "No hay constancia de virus estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 en ningún laboratorio antes de diciembre de 2019, ni de genomas que en combinación pudieran proporcionar un genoma de SARS-CoV-2. En cuanto al cultivo accidental, antes de diciembre de 2019, no hay evidencia de circulación de SARS-CoV-2 entre las personas a nivel mundial y el programa de vigilancia vigente era limitado en cuanto al número de muestras procesadas y, por tanto, el riesgo de cultivo accidental de SARS-CoV-2 en el laboratorio es extremadamente bajo", explica la OMS.
Asimismo, señalan que los tres laboratorios de Wuhan que trabajan con el diagnóstico de coronavirus y/o con el aislamiento de coronavirus y el desarrollo de vacunas tenían "instalaciones de nivel de bioseguridad de alta calidad que estaban bien gestionadas, con un programa de vigilancia de la salud del personal que no había notificado ninguna enfermedad respiratoria compatible con la COVID-19 durante las semanas/meses anteriores a diciembre de 2019", así como "ninguna evidencia serológica de infección en los trabajadores a través del cribado serológico específico del SARS-CoV-2".
Más estudios en marcha
Por otra parte, Tedros ha instado a realizar más estudios sobre los orígenes del virus. "Todas las hipótesis siguen sobre la mesa. Este informe es un comienzo muy importante, pero no es el final. Todavía no hemos encontrado el origen del virus, y debemos continuar siguiendo la ciencia y no dejar ninguna piedra sin remover mientras lo hacemos. Encontrar el origen de un virus lleva tiempo y le debemos al mundo encontrar la fuente para que podamos tomar medidas colectivamente para reducir el riesgo de que esto vuelva a ocurrir. Ningún viaje de investigación puede proporcionar todas las respuestas", ha comentado.
Embarek ha lamentado algunas limitaciones del informe, como la falta de acceso a algunos datos por parte de las autoridades chinas. "Recogimos los casos de diciembre de 2019 cuando solo se notificaban los casos graves, por lo que los casos leves se perdieron. En China, como en muchos otros países, existen restricciones en las leyes de privacidad que prohíben compartir datos, incluidos los privados, con personas ajenas a la empresa", ha admitido, puntualizando que este acceso se debería permitir en "la segunda fase de estudios".
A nivel general, las conclusiones del equipo de expertos sobre el terreno en China presentadas este martes son similares a las expuestas en rueda de prensa desde Wuhan tras finalizar su misión. Embarek ha defendido que hubo casos iniciales que no tenían relación con el mercado de Huanan, por lo que el virus ya estaba circulando por otros puntos de la ciudad en esas fechas.
"Hasta ahora, no hemos podido documentar ninguna transmisión sustancial del coronavirus en los meses anteriores al brote de diciembre. Sin embargo, no podemos excluir que haya habido casos más leves, y puede que haya habido epidemias más pequeñas, que hayan pasado desapercibidas", ha reconocido la doctora Thea Fisher, líder de epidemiología en la misión a China. Embarek considera "perfectamente posible que haya casos anteriores, casos esporádicos, circulando en y alrededor de Wuhan antes de diciembre, digamos noviembre y potencialmente también octubre, de 2019".
Hipótesis
La OMS baraja otras tres hipótesis sobre cómo el virus de la COVID-19 saltó a los humanos. En primer lugar, el salto directo de un animal a un humano; la segunda, la más posible, del murciélago y a través de especies animales intermediarias, con un segundo animal involucrado que sea "potencialmente más cercano a los humanos en el que el virus se adapta fácilmente y salta a los humanos".
La tercera teoría, defendida fervientemente por las autoridades chinas, es la posibilidad de que los productos congelados actúen como superficie de transmisión del virus a la población humana o vías de transmisión relacionadas con la alimentación.
La OMS considera esta explicación "posible", aunque puntualiza que "la probabilidad de una contaminación de la cadena de frío con el virus de un reservorio es muy baja". "Aunque hay algunas pruebas de la posible reintroducción del SARS-CoV-2 a través de la manipulación de productos congelados contaminados importados en China desde la ola pandémica inicial, esto sería extraordinario en 2019, cuando el virus no circulaba ampliamente", resaltan.