Japón ha declarado el estado de emergencia en Tokio, Osaka, Kioto e Hyogo por culpa de una cuarta ola de la pandemia que a tres meses de los Juegos Olímpicos hace temblar al mundo del deporte. El Gobierno había levantado su segundo estado de emergencia justo antes de que comenzara el relevo de la antorcha olímpica –confinarla iba a quedar raro– y volver a decretarlo es como para ponerse en lo peor. Habrá que confiar en que algo inventarán para que se puedan celebrar las Olimpiadas, aunque solo sea por que no se pueden permitir las pérdidas económicas de no hacerlo.