La EDAR de Ferrol incorpora un robot a la guerra contra las toallitas

La EDAR de Ferrol incorpora un robot a la guerra contra las toallitas
La demostración se hizo con los lodos de un tanque del exterior. El operario bajó a comprobar el funcionamiento | d.a.

Las toallitas vertidas al inodoro se han convertido en un gigantesco problema, atascando las redes de saneamiento y también la propia planta depuradora. En la EDAR de Ferrol probaron ayer un robot que tiene capacidad para triturar, separar y aspirar estos residuos que se trasladan a un camión y después se llevan a los vertederos. Lo que hasta ahora se hacía “a pico y pala”, en palabras del gerente de Emafesa, Alejandro Pisa, y con un riesgo para los trabajadores que debían retirar estas masas, puede hacerlo, en determinadas circunstancias, una máquina.


Pero ese avance, que facilita la limpieza con seguridad de algunas partes de la red, no soluciona un problema que se arrastra desde su origen, ya que este tipo de paños deben tirarse en la basura con los residuos orgánicos. “Hay que pensar que el remedio de las toallitas no es un robot, es que no hay que tirarlas donde no se debe”, afirmaba durante la demostración de su funcionamiento Francisco Martín, jefe del departamento de Limpiezas Industriales y Alcantarillas de Socamex.


En la EDAR de Ferrol se ha llegado a retirar una tonelada de residuos de toallitas de una sola vez, a la entrada de la depuradora. “Ahí se acumulan y nos encontramos con una masa impresionante, consolidada, que ocupaba como una habitación”, explica Pisa. “Es el residuo que más trabajo da y el que más problemas acarrea. No se disuelven y están hechas de un material que se va uniendo y forma un aglomerado sólido cada vez más grande”.


Prueba satisfactoria

Ildefonso Domínguez, director técnico de Emafesa, se mostraba ayer contento por las aplicaciones que podrá tener este robot en distintos puntos de la red en los que introducir a una persona conlleva un riesgo, un despliegue de seguridad que incluye bombonas de oxígeno y además constituye un trabajo muy penoso. “Si ahora hay una máquina que abnegadamente trabaja de esa manera que estamos viendo, estupendo”, comentó. “El camión tiene mucha capacidad de aspiración y el robot en sí es de manejo sencillo, con un panel y un joystick. Funciona y es totalmente limpio”, añadió.


Pero el quid del problema, insiste también Domínguez, sigue estando en lo que tiramos por el inodoro. “Lo que no se degrada, después de un proceso de kilómetros va a acabar en un vertedero, que es a donde iría directamente si lo arrojásemos al cubo de la basura”, resume.


La de ayer era la primera prueba de este robot que se hacía en Galicia y ya hay otros municipios que se han interesado por sus posibles aplicaciones. En la ciudad de Ferrol se realizará una planificación para decidir cada cuánto tiempo se realizarán estas limpiezas y dónde.

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