El avance del Plan Director del CHUF hace encajar piezas en distintos edificios. Las obras de acondicionamiento en el Hospital Naval permiten que se trasladen allí los servicios farmacéuticos (de forma provisional) y estos, al moverse del espacio que ocupaban en el Marcide, dejan hueco para que progresen los trabajos de los nuevos edificios que se construyen envolviendo al actual.

En el Naval empezaban a funcionar ayer las consultas externas del servicio de Farmacia, en la planta baja y a las que se puede acceder directamente desde el exterior, en el túnel. Los demás se mudarán antes de que termine el mes de junio. De esta forma, se aglutinan en el antiguo centro militar la consulta de nutrición enteral (que ya estaba ahí); la consulta general, que se pasaba en el centro de especialidades y que atiende a pacientes con VIH, esclerosis, migrañas o párkinson; los tratamientos oncohematológicos y terapias biológicas; y la elaboración (fórmulas magistrales, por ejemplo) y dispensación.

El servicio de farmacia externo atendió durante el año pasado 23.868 consultas, en plena pandemia. Son 1.351 menos que en 2019, lo que supone una “actividade sostida”, valoran desde el área sanitaria, dadas las circunstancias especiales. Esto incluyó la dispensación de medicamentos a domicilio para evitar desplazamientos de los pacientes a los centros hospitalarios.

Una vez que se complete el traslado de la farmacia provisional al Naval, todavía tendrán que mudarse allí desde el Marcide el hospital de día y el servicio de microbiología, para los que se trabaja en el acondicionamiento de espacios también desde hace meses.

En el propio Marcide, las obras se centran ahora en radiología y en la construcción de los dos edificios, dedicado uno a administración y el otro para la asistencia sanitaria. La inversión total del Plan Director es de 131 millones de euros. En su primera fase, la actual, se invierten 58 millones y se prevé ampliar la superficie hospitalaria en un 54%.