La invasión de la URSS por parte de la Alemania nazi hoy hace 80 años, que causó más de 27 millones de muertes de soviéticos durante los casi cuatro años que duró la contienda, es recordada por los rusos y el presidente, Vladímir Putin, como una gran tragedia que no se debe olvidar jamás.
"Sigue causando dolor en los corazones de todas las generaciones, dolor por los destinos truncados de millones de personas, porque sus sufrimientos en esos terribles años están literalmente grabados en la memoria", declaró el mandatario ruso tras depositar una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido junto al Kremlin.
Barbarroja, un relámpago frustrado
El ataque a la Unión Soviética, bautizado Operación Barbarroja por Hitler, comenzó -sin declaración previa pese al pacto de no agresión suscrito entre Berlín y Moscú el 23 de agosto de 1939- en la madrugada del solsticio de verano de 1941 y pretendía ser una campaña rápida y aplastante.
La ofensiva alemana significó un duro golpe para las fuerzas soviéticas, que al no esperarla, sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes territorios en pocos meses.
Según las estadísticas oficiales, más de 27 millones de soviéticos murieron a consecuencia de la guerra, aunque expertos e historiadores sostienen que las pérdidas reales de la Unión Soviética fueron mucho más elevadas.
Sin embargo, casi a las puertas de Moscú, el Ejército Rojo logró organizarse y no solo detuvo el avance alemán, sino que, a costa de un inmenso sacrificio humano, obligó a los nazis a retirarse.
Es por ese sacrificio que en Rusia cada 22 de junio no es una fiesta sino un "Día de Duelo y Recuerdo", que llama a no olvidar la muerte y devastación causadas por La guerra.
Putin apela constantemente a esta contienda para enaltecer los ánimos patrióticos, incidir en su vigencia y reclamar a Occidente respeto a la visión rusa de los hechos, entre acusaciones de tergiversar la historia y responsabilizar por igual a Hitler y a Stalin por el estallido de la guerra.
Alemania y Rusia miran su historia
Alemania no estuvo ajena al aniversario: la canciller, Angela Merkel, expresó hoy a Putin sus "sentimientos de empatía por las incontables desgracias y sufrimientos que trajo la guerra desatada por el régimen nazi", según informó el Kremlin.
Putin también se dirigió hoy a los alemanes, al publicar un artículo en el diario "Die Zeit", en el que hilvanó la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y el avance de la OTAN hacia el este como un camino histórico que ha sepultado los sueños de "un continente unido" desde Lisboa hasta Vladivostok.
"Ahora todo el sistema de la seguridad europea se ha degradado. Crecen las tensiones, se vuelven reales los riesgos de una carrera armamentista. Estamos perdiendo las inmensas posibilidades que nos ofrece la cooperación" continental, alertó el jefe de Estado ruso, que instó a "recordar las lecciones de la Historia".
Porque, señaló, "el mundo se desarrolla dinámicamente y enfrenta nuevos retos y amenazas. Y no podemos permitirnos arrastrar la carga de malentendidos, quejas, conflictos y errores del pasado".
Un hito decisivo
Pero no arrastrar esa carga no significa olvidar el papel de la Unión Soviética en esta guerra, estimó, al declarar que el recuerdo de los héroes que combatieron al nazismo "es sagrado" para los rusos, y así seguirá siendo.
Y es que "se trata de una fecha trágica para todo el espacio soviético y para Europa", dijo a Efe el historiador ruso Alexéi Lubkov.
"Fue una especie de hito, importante e histórico, en el que por un lado se decidía el destino del país y por otro el de toda Europa y el de la civilización", señaló.
Fue una lucha sin cuartel, comentó, ya que "Hitler no solo declaró la guerra al comunismo y a la Rusia bolchevique, sino que combatió contra el mundo ruso, los eslavos".
Lubkov se refirió al Generalplan Ost (Plan General del Este), la estrategia nazi secreta de genocidio y limpieza étnica que buscaba garantizar la expansión alemana en Europa del este.
Un recuerdo que se desvanece
Sin embargo, no todos creen en que el recuerdo de esta guerra se mantenga incólume eternamente: el analista militar ruso Pável Felgengáuer considera que irá languideciendo a medida que pase el tiempo y cambien las apetencias políticas.
Para el analista, la actual actitud hacia la guerra se sostiene gracias a "una propaganda gubernamental muy potente", y "cuando por alguna razón esta propaganda cambie de orientación, esta guerra será recordada solo por los reconstructores históricos", al igual que la invasión del Imperio ruso por parte de Napoleón en 1812, estimó.