El secretario general de JxCat, Jordi Sánchez, afirmó ayer que su partido “monitorizará” el desarrollo de la mesa de diálogo “desde fuera” si no se levanta el “veto” a los nombres que propuso para formar parte de ella.
En declaraciones a Catalunya Rádio, Sánchez se refirió a la crisis desatada en el Govern tras el rechazo del president, Pere Aragonés, a los nombres propuestos por JxCat, que incluían tres perfiles –Jordi Sánchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras– externos al ejecutivo catalán.
Sánchez insistió en atribuir este veto a la Moncloa y dio a entender que, en todo caso, Aragonés “ha tenido unas determinadas presiones” y lo acató para no poner en riesgo su encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Generalitat.
No quiso acusar de desleal a Aragonés –“si lo hiciese, tendría que irme del Govern”, argumentó– pero ha remarcó que tampoco JxCat ha sido “desleal”, como se insinúa desde ERC.
Sánchez aseguró que “hace semanas” le envió un mensaje al móvil a Aragonés comunicándole que JxCat nombraría una delegación a la mesa de diálogo que estaría integrada probablemente por algunos nombres que no forman parte del Govern.
El martes, recalcó, le “comunicó” a Aragonés los nombres decididos por JxCat, que a su juicio ERC no podía poner en cuestión, de la misma manera que Junts tampoco podía cuestionar los nombres de los consellers republicanos en la mesa –Laura Vilagrá y Roger Torrent–, que Sánchez conoció “por los medios de comunicación”.
Facilitar información
“Si no nos permiten estar en esta mesa, no pasa nada. Desde fuera seguiremos escuchando, viendo la concreción de los acuerdos, y aplicaremos el acuerdo de legislatura para poder ir haciendo la monitorización”, señaló Sánchez, que en ese caso espera que sus socios de coalición faciliten a JxCat “información” sobre los trabajos de la mesa.
Ante esta situación, la presidenta del grupo de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ofreció ayer un cambio de alianzas a Pere Aragonés, a quien advirtió de que existe una “mayoría alternativa” a la coalición de ERC con JxCat.
En declaraciones a La 2 y Rádio 4, Albiach acusó a JxCat de no tener “ningún interés” en que prospere la mesa de diálogo, que es “una de las principales líneas estratégicas” de Aragonés.
Además, puso de relieve que JxCat denuncia que quien en realidad vetó sus nombres en la mesa de diálogo no fue Aragonés, sino Moncloa, algo que ERC niega: “Me parece muy fuerte que estén diciendo que el presidente de la Generalitat es un mentiroso”.
Para Albiach, la “autoexclusión” de JxCat en la mesa de diálogo ha “debilitado” al Govern: “Para nosotros, la mesa de diálogo no está tocada, en todo caso es el Govern quien está tocado”, dijo.
A esta crisis también se refirió la portavoz del grupo del PSC-Units en el Parlament, Alícia Romero, quien lamentó las “discrepancias” internas del Govern, evidenciadas con la reunión de la mesa del diálogo, y aunque evitó valorar si está “roto” o no, advirtió de que no es el gobierno que Cataluña necesita.
“No nos gusta valorar las discrepancias y las peleas, pero vemos que han surgido pronto, cuando solo han pasado los cien días, y esto es negativo”, dijo.
Sobre la mesa del diálogo, la portavoz socialista valoró positivamente la reunión del miércoles y el encuentro previo entre ambos presidentes, que fue “cordial” y “pone las bases de un diálogo sincero”.