Galicia puso fin al verano con un mes de septiembre caracterizado por temperaturas medidas ligeramente más altas de lo habitual y unas precipitaciones que se movieron en valores dentro de la normalidad para las semanas que ponen el punto y final a la temporada estival.
Así se desprende del avance del último informe climatológico de MeteoGalicia, que concluye que, en general, fue un mes cálido y normal en lo que a lluvia se refiere. De hecho, conforme ha indicado la Consellería de Medio Ambiente en un comunicado, señala que el periodo estuvo marcado por la alternancia entre episodios anticiclónicos y la entrada de alguna tormenta y de las primeras borrascas de la temporada, algo propio del inicio del otoño, cuando comienzan a producirse cambios en la meteorología.
La característica más destacable del mes fue la temperatura, con un valor medio 0,86 grados por encima de lo normal, un dato en el que influyeron sobre todo los valores de las máximas, muy cálidas para esta época del año y que fueron matizadas en parte por las mínimas, que se movieron en general en valores habituales.
En todo caso y teniendo en cuenta el periodo de referencia 1981-2010, el comportamiento del pasado mes de septiembre tiene un precedente muy reciente, ya que el año pasado la anomalía media de la temperatura fue de 0,88 grados más.
Contrastes por zonas
En cuanto al comportamiento por zonas, hubo importantes contrastes dentro de la comunidad. Mientras en Lugo y en las dos provincias atlánticas las temperaturas medias registraron variaciones positivas en comparación con los valores habituales en esta época del año, en el sur de la provincia lucense y gran parte de la de Ourense las anomalías fueron incluso negativas.
Así, los datos más elevados se registraron en la comarca de A Coruña (hasta 2,3 grados por encima de lo normal) mientras que los más bajos se detectaron en la Baixa Limia, donde se quedaron 1,1 grados menos que la media histórica.
Por otra parte, atendiendo a los valores de las estimaciones más representativas, septiembre fue un periodo normal en toda Galicia, con una precipitación media acumulada de 82 litros por metro cuadrado.
En concreto, en comparación con el periodo histórico de referencia, llovió apenas un 5% menos de los esperado y, de hecho, los porcentajes de precipitaciones registrados el mes pasado fueron mucho más bajos que en los cuatro años inmediatamente anteriores. Por lo tanto, aunque se mantuvo en parámetros normales, si que hubo un descenso.
Áreas geográficas
Por áreas geográficas, las mayores precipitaciones se registraron en la comarca coruñesa del Xallas, con valores próximos a los 287 litros por metro cuadrado, una cifra ciertamente elevada, sobre todo, si tenemos en cuenta los datos que se registraron en otros puntos geográficos de la comunidad autónoma.
Así, y en contraposición a los datos ya expuestos, los registros más bajos se concentraron sobre todo en el litoral de A Mariña lucense y en algunas localidades de las comarcas de Chantada (Lugo) y A Limia (Ourense), donde apenas se superaron los 20 libros por metro cuadrado.
La diferencia es abismal, si tenemos en cuenta que estamos hablando de un máximo cercano a los 300 litros por metro cuadrado (en concreto, los 287 referidos) ante un mínimo que solo rozó los veinte, lo cuál demuestra que Galicia es zona de contrastes.