Una de cada tres mujeres que sufre un cáncer de mama pierde el trabajo o lo tiene que dejar por la enfermedad y un 70 % ve mermados sus ingresos, cifras de la Asociación contra el Cáncer que ponen de relieve la vulnerabilidad asociada a esta enfermedad.
"Estuve un año y medio fuera del mercado y en el punto álgido de mi carrera", relata Gloria, que fue diagnosticada de cáncer de mama en mayo de 2020, con 33 años y solo una semana después de dar a luz a su segunda hija.
Aún con las grapas de la cesárea, tuvo que iniciar el proceso de pruebas y posteriormente el tratamiento, dejando a la recién nacida con familiares y con el miedo en el cuerpo sobre si ganaría la batalla al cáncer.
"El nacimiento de mi segunda hija tenía que ser un momento mágico y coincidió con el peor momento de mi vida, cuando supe el diagnóstico y la muerte se me puso enfrente", recuerda en declaraciones a Efe.
Salió adelante y ya ha terminado el tratamiento, no sin haber sufrido la vulnerabilidad propia de una madre con cáncer de mama: más tiempo en el hospital que en casa con sus hijos y una merma económica, tanto por el descenso de ingresos al estar de baja como por el gasto adicional derivado de la enfermedad.
Según la Asociación contra el Cáncer, el 34 % de las enfermas se ha quedado sin trabajo o se ha visto obligada a dejarlo y cerca del 70 % ha perdido el sueldo o ingresos a resultas de no poder trabajar.
Entre una población femenina, ya de por sí más afectada por la precariedad que la masculina, el 15 % de las diagnosticadas por cáncer de mama se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.
Un 46,2 % de los hogares aseguran que han pagado más de 5.000 euros de gastos directos producidos por la enfermedad, como pueden ser por ejemplo los pañuelos para cubrir la cabeza.
Teniendo en cuenta el esfuerzo para curar a la paciente y ayudar en el domicilio -que puede incluir la contratación de personas externas-, se estima que un 33,9 % de los hogares han realizado un esfuerzo superior a los 25.000 euros.
Muchas familias no se pueden permitir destinar recursos a incorporar ayuda externa en casa, lo que provoca que tenga que venir un familiar a casa o que la enferma tenga que ir a vivir con algún allegado que la pueda cuidar.
De hecho, el 72 % de las enfermas ha manifestado necesitar ayuda en los períodos más duros de la enfermedad.
En el Día Mundial del Cáncer de Mama, la Asociación contra el Cáncer ha impulsado una campaña en Cataluña con el lema "Saca pecho por las más vulnerables", que pone el acento en todas las problemáticas asociadas al cáncer de mama y en la falta de equidad entre las que lo sufren.
El contrapunto a esta alta incidencia es que la supervivencia de esta enfermedad a los 5 años es del 84 %.