Volvió el Somozas a la senda de las victorias a través de una especialmente importante por ser contra quién es –un Choco que venía de no haber perdido ante tres de los candidatos a estar en la zona alta de la tabla clasificatoria–. Pero también por dónde fue –un campo de Santa Mariña que suele complicar a todos los que lo visitan– y por lo que supone a nivel clasificatorio –las derrotas de Polvorín y Barco hacen que el cuadro verdiblanco se mantenga en el liderato, pero ahora con cuatro puntos de renta sobre el Deportivo Fabrli, que ocupa la segunda plaza–.
Fue el de ayer un partido con muchas fases. En la primera, el Somozas tenía el duelo más o menos controlado, aunque sin crear demasiadas ocasiones para marcar. Sin embargo, un penalti cometido al cuarto de hora de juego dio paso a la peor versión del cuadro verdiblanco. Aunque una gran parada el portero Marcos Souto al tiro de Félix impidió que el marcador se moviese, de ahí al final del primer período el conjunto visitante deambuló sobre el terreno de juego, perdiendo la disposición por la que había optado y haciendo que lo mejor al descanso fue llegar con el empate inicial.
Cambió el Somozas su planteamiento de cara a la segunda parte, asumiendo qué es lo que tenía que hacer si quería llevarse los tres puntos. Y eso lo convirtió en un equipo mucho más sólido que, sobre todo, consiguió que su rival apenas le generase peligro –tan solo dispuso de una ocasión clara de gol en la segunda parte–. Sin embargo, un primer penalti a favor, errado por Pablo Rey, mantuvo el empate inicial.
El jugador del Somozas, sin embargo, no falló a la segunda y, a través de un nuevo penalti, puso a los suyos por delante cuando quedaba menos de un cuarto de hora para el final del partido. El Choco trató de subir líneas en busca de las tablas, pero no fue capaz de conseguirlo ante un sólido rival.