El escultor gallego que pintó el 31 de octubre de 2018 una paloma en la tumba de Francisco Franco en el Valle de los Caídos ha defendido en el juicio que realizó "una performance" por la reconciliación de los españoles, recordando que ni Benito Mussolini ni Adolf Hitler guardan sepultura en lugares públicos y que el féretro del dictador estaba "fuera de lugar" en un mausoleo "pagado por todos".
Además de dibujar una paloma con pintura roja, el escultor coruñés Enrique Tenreiro escribió sobre el féretro la palabra 'libertad'. Según su versión, realizó la pintada a toda prisa al percatarse de que se iba a celebrar una misa al "ver unos curas", algo que desconocía.
Por estos hechos, se enfrenta a una petición fiscal de un año de cárcel por un delito contra la libertad de conciencia por interrumpir un acto religioso. La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos solicita dos años y medio de cárcel al incluir un delito de profanación en la acusación.
A preguntas del fiscal, ha señalado que el Valle de los Caídos se construyó para los caídos en la Guerra Civil, por lo que le parecía un "anacronismo" que estuviera enterrado un dictador que no cayó en la guerra.
"¿Es lícito tener enterrado a un dictador que quitó la libertad a varias generaciones y que contribuyó a causa una guerra? Me parecía que esa tumba estaba fuera de lugar", ha esgrimido el acusado alegando que hizo "una performance" por la reconciliación de los españoles.
En esta línea, ha subrayado que no lo hubiera hecho en "una lápida cualquiera" pero sí en la de Franco porque estaba justificado. El escultor compró una entrada para entrar en la Basílica pero desconocía que se iba a producir una misa.
"No sabía que había un rito religioso", ha insistido y ha apuntado que ha ido a colegios religiosos, por lo que respeta los lugares de culto y a la iglesia.
Ante su letrado, ha señalado que la tumba de Franco estaba "fuera del espacio" de culto de la Basílica del Valle de los Caídos. "José Antonio Primo de Rivera sí está pegado al altar pero la de Franco no", ha aseverado.
A su llegada a esta sede judicial, ha incidido en que Franco es el único dictador que está enterrado en un lugar público, dado que los restos de los dictadores Mussolini y Hitler están en espacios privados.
TESTIFICA EL PRIOR DEL VALLE DE LOS CAÍDOS
En la Sala, ha testificado el monje benedictino y prior de la Abadía del Valle de los Caídos Santiago Cantera Montenegro, quien ha relatado que escucharon un ruido y detuvo la procesión previa a la ceremonia religiosa que se iba a realizar.
"Me acerqué y vi la pintura. Se produjeron algunas voces y hubo una situación de tensión", ha narrado indicando que la procesión se estaba iniciando y que ésta pasaba por delante de la tumba.
Uno de los testigos ha relatado que se enfrentó al acusado después de observar "la marranada" que estaba haciendo con pintura roja en la tumba de Franco. "Le dije que en mi opinión lo que había hecho era una guarrada", ha comentado. Según su relato, faltaban unos minutos para que se iniciara la misa de las once de la mañana, a la que solía acudir.
ACCIÓN DE PROTESTA
Tras ser detenido, declaró ante la Guardia Civil que se trataba de una "performance". En su cuenta de Twitter, el acusado apuntó que su acto respondía a "una acción de protesta".
Este acto se produjo en medio del debate que se generó en la sociedad ante la exhumación de los restos del dictador, que finalmente fue trasladado en octubre de 2019 al cementerio de Mingorrubio, ubicado en El Pardo.
El escrito de acusación, el fiscal relata que el 31 de octubre de 2018 el acusado accedió a la Basílica del Valle de los Caídos, "ocultando en su ropa un bote de plástico con pintura de color rojo y un pincel".
Una vez en el interior del templo se dirigió a la parte posterior del Altar Mayor donde se encuentra la tumba de Franco y, "con evidente desprecio hacia los sentimientos religiosos de los presentes y amparándose en su concepción socio-política de la sociedad", realizó sobre la lápida de la tumba una pintada con el texto "Por la libertada" y "dibujando igualmente una paloma".
La Fiscalía recuerda que la acción tuvo lugar "mientras los niños de la Escolanía estaban accediendo al Coro y los sacerdotes celebrantes de la Eucaristía se dirigían al Altar Mayor".
Y, en su opinión, con esta acción "el acusado perturbó el normal desarrollo de la ceremonia religiosa puesto que hubo de retrasarse la celebración de la Eucaristía de las 11.00 horas de ese día". Igualmente, quedó cerrado el acceso al público "en tanto no se terminó la limpieza de la lápida".
Estos actos fueron grabados por P. P. G. R., quien acompañó al acusado pero desconocía sus intenciones y con posterioridad fueron "ampliamente" difundidos por distintos medios de comunicación social.
La Delegación de Patrimonio Nacional del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial ha aportado factura del importe de limpieza que asciende a 323,41 euros, así como acta de arqueo de la taquilla de entrada donde constan las devoluciones que tuvieron que hacerse, lo que asciende a una cantidad de 510 euros.
ARTISTA DE PERFORMANCES
Tenreiro, de 52 años, tiene formación en técnicas de escultura y entre 1999 y 2004 estuvo enrolado en la escuela Pablo Picasso de escultura de A Coruña, aunque la mayoría de material en su página web corresponde a distintas performances que ha venido realizando los últimos años.
Tenreiro paseó por la plaza de María Pita a pecho descubierto y con una gran cruz a sus espaldas, simbolizando el calvario. Con esta acción el creador quiso denunciar "la cruz" que supone la Ciudad de la Cultura "para la cultura en Galicia".
Ese mismo año en otra 'performance' en el centro de Nueva York sacó una toalla y un bañador y se tumbó sobre el asfalto. En varias de sus esculturas y acciones Tenreiro critica el papel de la monarquía, y se refiere a los Borbones como bombones. En su página web se puede visualizar las performances 'Demasiados bombones para este régimen" y 'La Corona de los Bombones por los suelos'.
El escultor proviene de una saga de artistas, entre los que destacan Antonio Tenreiro (1923-2006), uno de los grandes artistas contemporáneos gallegos y Jaime Tenreiro (1955-2018), que destacó como artista de vanguardia.