Ferrol está abierto al mar, al menos en la zona portuaria, pero con la actuación en la fachada marítima que se está llevando a cabo y que afecta a la entrada natural a la ciudad desde la autopista será mucho más agradable divisar tanto la ría como su entorno. Si no se contempla la disminución del vehículo en la ciudad, al menos es de agradecer que se apueste por carriles bici y por sendas peatonales y que se construyan aparcamientos en las afueras.