Cómo ha cambiado el panorama en un año para el Racing de Ferrol. De pasar de celebrar el subcampeonato de invierno a ocupar la vigésima posición en Segunda División.

Es una caída brutal de rendimiento, pero que tiene varios culpables y no todos son deportivos. El principal es la mala fortuna con las lesiones. 

Desde que comenzó la campaña 2024-25, el conjunto racinguista no ha podido contar con su plantilla al completo. Ya fueran lesiones de gravedad como la de Erick Cabaco, enfermedades como la que sufrió David Castro a principio de temporada o las continuas roturas musculares que afectaron a Fran Manzanara, Moi Delgado, Róber Correa, Brais Martínez, Aitor Gelardo, Eneko Jauregi, Josep Señé, Manu Vallejo y Luis Perea.

Todas ellas impidieron que Cristóbal Parralo pudiese disponer a su antojo de una plantilla armada para mantener la categoría sin pasar demasiados apuros.

Aparte de la problemática con las dolencias físicas también está el tema de las expulsiones que recibió el equipo. En total, hasta tres futbolistas –Aleksa Puric, Álex López y Correa– que recibieron una tarjeta roja. 

Además, estas sanciones coincidieron con situaciones en las que el Racing tenía pocos efectivos. Aun así, de los tres duelos en los que vio  un roja –Huesca, Tenerife y Zaragoza– rescató un punto ante el cuadro oscense (0-0) y frente al insular (1-1), que si bien parece un botín escaso, puede ser valioso a final de temporada.

Otro factor que provocó esta mala primera vuelta fue la falta de puntería. Los atacantes racinguistas están negados de cara a portería. En este inicio de campaña, apenas marcaron 14 goles, mientras que hace un año el equipo anotó 29 tantos. Más del doble. 

Lo más grave de esto es que es, junto con el Tenerife –colista–, el equipo menos prolífico. Para colmo, los tinerfeños tienen dos partidos menos por lo que la cifra puede cambiar.

De acuerdo con LaLiga, el Racing es el equipo que menos dispara a puerta con apenas 58 tiros. Si vamos al global, el cuadro de Parralo acumula 144 disparos. Una cifra muy baja si la comparamos con sus rivales: Dépor (198), Cádiz (178), Eldense (198), Cartagena (148) y Tenerife (149).

En general, eso habla de lo poco que es capaz de generar en la parcela ofensiva el conjunto dirigido por Cristóbal Parralo.

Lo curioso es que, en la faceta defensiva, el equipo no ha cambiado demasiado respecto al año pasado. Esta temporada encajó 28 goles por los 23 de la pasada campaña. Eso sí, la cifra actual se amplió notablemente en los últimos cuatro partidos ya que recibió 11.

Esa pérdida de la fortaleza defensiva provocó ese bajón en la clasificación. Mejorar en esa faceta y recuperar la puntería será vital para tener opciones de salvarse.