En tan solo 26 años, en 2050, la geografía de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal –como la del resto del globo terráqueo– podría verse gravemente modificada debido a los efectos del cambio climático. Son muchas las organizaciones que centran sus esfuerzos en concienciar a la ciudadanía y a los gobiernos de la necesidad de revertir, en la medida de lo posible, esta situación.
Entre ellas se encuentra Climate Central, una entidad fundada en 2008 y formada por científicos y comunicadores que alertan de las consecuencias del calentamiento global. Entre sus múltiples proyectos está el Programa sobre el Aumento del Nivel del Mar, que dispone de un mapa interactivo –que puede consultarse en su página web– en el que se proyectan las áreas amenazadas por el aumento del nivel del mar y las inundaciones costeras.
Tras un viaje por esta herramienta interactiva, se pueden comprobar a simple vista las zonas más damnificadas de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal –siempre desde un punto de vista en el que las emisiones se mantengan al ritmo actual–.
Los mapas se basan en investigaciones realizadas por el IPCC de Naciones Unidas
La aplicación de Climate Central permite ajustar diferentes parámetros para generar sus predicciones. Si se toma como base el aumento del nivel del mar y las inundaciones previstas causadas por el cambio climático derivado de las emisiones, se observan resultados nada alentadores para las comarcas.
En el caso del área ferrolana, buena parte de las instalaciones del astillero público de Navantia quedarían bajo las aguas de la ría, siendo la parte fenesa la más perjudicada –con los barrios de Perlío y San Valentín, próximos a la ribera, situados en la zona de peligro–.
El arsenal militar, el mirador marítimo de A Cortina, el puerto deportivo e interior o la ensenada de A Malata figuran también en rojo en el mapa predictivo elaborado por la entidad.
En el estudio realizado por Climate Central figuran también otros municipios de las comarcas, situándose entre los más afectados los de Cedeira, Ortigueira, Cariño y Valdoviño. En el primero de los casos, lugares emblemáticos como el puente que cruza el río Condomiñas –Praza do Peixe– quedarían bajo las aguas. En la localidad ortigueiresa podría llegar a formarse una isla en el medio de la ría y en Cariño desaparecería la punta del espigón.
Las playas de Valdoviño y Pantín, referentes para la práctica del surf en la zona, también se verían engullidas por el mar, además de la laguna de A Frouxeira, declarada zona de especial protección para las aves (ZEPA) en 1993.
Para realizar las predicciones sobre el aumento del nivel del mar y el riesgo de inundaciones costeras, los expertos de Climate Central utilizan una combinación de datos y modelos:
Estos mapas muestran la elevación de cada lugar usando datos precisos como LiDAR, que es una tecnología láser que mide la altura del suelo con gran exactitud. Estos modelos digitales de elevación (DEM) ayudan a entender qué áreas están más bajas y son más vulnerables a las inundaciones.
Se basan en investigaciones y proyecciones realizadas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Estos modelos predicen cómo cambiará el clima en el futuro, incluyendo el aumento de las temperaturas y el derretimiento de los glaciares, que contribuyen al aumento del nivel del mar.
Utilizan distintas trayectorias de emisiones de gases de efecto invernadero. Un escenario comúnmente utilizado es el SSP3-RCP7.0, que representa un futuro con altas emisiones y pocos esfuerzos para mitigar el cambio climático. Estas situaciones muestran cómo distintos niveles de contaminación afectan al clima y, por ende, al nivel del mar.
Incluyen datos sobre mareas, tormentas y cambios históricos en el nivel del mar para entender las tendencias a lo largo del tiempo. Esto ayuda a contextualizar las predicciones futuras y a entender cómo los patrones pasados pueden influir en el futuro.
Combinando toda esta información, la web de Climate Central puede generar mapas interactivos que muestran qué áreas podrían inundarse en el futuro debido al aumento del nivel del mar. Esto es crucial, indican desde la organización, para planificar y preparar medidas de adaptación en las zonas costeras, con el objetivo de que todas estas predicciones no lleguen a cumplirse.
Otra de las entidades fuertemente involucradas en informar sobre los efectos del cambio climático es Greenpeace. El pasado verano –concretamente, en el mes de julio– dio a conocer los resultados de su informe “Crisis a toda costa”, en el que alertaba de las previsiones sobre la erosión y la subida del mar, tras un estudio pormenorizado del estado de los más de 8.000 kilómetros de la costa española –en base a los datos que maneja la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, conmunmente conocida como NASA–.
Según los datos que maneja la ONG, las playas gallegas podrían sufrir un retroceso de entre 20 y 30 metros para 2050. “Para 2030 ya se esperan impactos muy graves en la costa de Vigo, A Coruña y Vilagarcía. Concretamente, los tramos más afectados por erosión y retroceso serán Foz, Viveiro, Ortigueira, Ferrol, Betanzos, A Coruña, Ponteceso, Carnota, Ría de Arousa, Ría de Muros-Noia, Pontevedra, Vigo y A Guarda”, apuntó Greenpeace en la presentación del informe.