Carlos Casanova vuelve a abrir su belén en el bajo del número 20 de la calle San Francisco, después de un año de ausencia por motivos de salud. Las obras no son impedimento para llegar hasta este portal, que lleva el sello de uno de los artesanos belenistas con más solera de la ciudad. Él es el responsable de la construcción, realizada con escayola, y de algunas de las figuras, que se mezclan con adquisiciones que ha ido realizando a lo largo de los años. Algunas de las novedades de este 2023 las compró hace poco en un mercado en la plaza Mayor de Madrid, por ejemplo.

Casanova destaca el interés por los detalles, las adecuadas distancias y proporciones de esta recreación del nacimiento de Jesús y también los ingenios que permiten que las norias tengan movimiento y que corra el agua por los ríos. Además, es un belén en el que hay diferencia entre el día y la noche.

El trabajo empieza semanas antes de la apertura, y día a día se va montando la escena. Es una afición que Carlos Casanova disfruta desde hace décadas y que, tras un parón entre 2009 y 2018 ha retomado con toda la ilusión de la primera vez.

El belén está abierto a diario de seis a ocho de la tarde hasta el seis de diciembre, incluido.